Lo venden en pastilla y rallado para la lavadora. Los principales demandantes son los padres y su venta se ha convertido en una ayuda económica para los viajes de final de curso. El jabón elaborado artesanalmente por los alumnos de sexto de Primaria del colegio público Antonio Checa, en el núcleo de Torre del Mar, llevan una década en un mercado familiar y de amigos y está a punto de salir la siguiente partida con el inicio del curso 2009/10.

Esta actividad que impresiona a los alumnos se pone en marcha en las horas de clase alternativa, que sustituye a la asignatura de Religión, y se complementa además con clases de valores.

Los padres y los alumnos aportan el aceite frito que no se vuelve a usar en casa. El centro pone la sosa cáustica y todos los artilugios que se requieren para transformar unas sustancias en otras con las que se obtiene un producto útil: el jabón.

Los escolares se implican al máximo, según comenta la profesora Reme Domínguez. Se atavían con guantes y mascarillas mientras permanecen en el laboratorio, y colocados en cadena, como si de una fábrica se tratase, cumplen su función. Después de depurar el aceite y mezclarlo con la sosa cáustica, que manipula un adulto, "unos mueven, otros, envasan; algunos rallan y empaquetan; y los demás, colocan el sello de identidad propio con el nombre del CEIP Antonio Checa", explica Domínguez

Este pequeño taller incluye, según la docente, una clase de Ciencias y la cultura de respeto al Medio Ambiente. Aún está pendiente trabajar en el jabón líquido que ha sido demandado por los usuarios de ese producto.

Salida comercial. La venta de los jabones recobró desde el año pasado un nuevo fin. La crisis económica tocó sin duda la economía familiar y algunos alumnos y alumnas tuvieron más dificultades para que sus padres pudieran pagar el viaje fin de curso. Por tanto se pensó que la recaudación de la venta de los jabones se destinara a contribuir con esas familias. Se venden en bolsitas de 200 gramos a 0,5 euros y en pastilla, a un euro la unidad. Todos los alumnos fueron al Parque Natural de Doñana.

Y aún hubo más. Sobró fondo de la venta y el CEIP decidió colaborar al 50% del dinero que sobraba con Cáritas de Torre del Mar y con el Pueblo Saharaui, con el que el centro está hermanado, concretamente con el Centro de Secundaria Brahim Salem de Auserb.