De la transformación que en Málaga han experimentado los nombres y apellidos extranjeros da buena cuenta, por ejemplo, ese emprendedor británico relacionado con las actividades del Puerto de Málaga, conocido como ´sir Peter´, que de tanto repetir su nombre con acento de las Islas Británicas (sonaría algo así como ´sa pita´) fue rebautizado como ´El Sopita´.

Gracias a las incansables investigaciones del historiador malagueño don Manuel Muñoz, ahora conocemos un origen muy curioso de una popular zona de Málaga: el Camino de Suárez y su correspondiente Granja.

Indagando en la historia de esta finca, no asoma por ningún lado ningún Suárez entre los propietarios de estos terrenos, si bien a partir de la segunda mitad del XIX, los terrenos pasan a denominarse con este apellido tan ´castizo´. ¿Dónde está el truco?

La zona, según explica Manuel Muñoz, era conocida a mediados del siglo XVII como el Tejarejo, por la existencia de un pequeño tejar en las inmediaciones. Pero luego vemos que uno de los primeros propietarios de ese ´Tejarejo´ fue Juan Carlos Swerts Guerrero. Esta familia del XVII, los Swerts, siguió en posesión de la finca durante muchos años, encontrándose el apellido ligado al terreno en el siglo XIX.

Swerts es un apellido de origen belga, que los malagueños del pasado adaptaron al más familiar sonido de ´Suárez´. La Granja de Suárez, por cierto, no era sino una parte de esta gran finca, dedicada al ganado caprino y vacuno.

El propio historiador Manuel Muñoz, con quien el autor de estas líneas charló ayer, aporta un ejemplo más de ´transformación fonética malagueña´: la finca de ´Mendelín´, junto al pantano del Limonero (o Limosnero, otra transformación) fue en realidad la hacienda de Wunderlich. Casi nada.

La aceituna

? Hace 40 años, un profesor de autoescuela, temido por su severidad, solía catear a los alumnos a bordo de su coche de color verde. El color del coche y el carácter del profesor le granjearon al auto el mote de ´la aceituna´: Verde y con un ´hueso´ dentro.