En los años inmediatos al estallido de la Guerra Civil, conocidos hombres de negocios y profesionales de Málaga quisieron dar fundamento al adjetivo ´cosmopolita´ con el que solía calificarse la ciudad. Gracias a su esfuerzo, sacaron adelante proyectos vitales para Málaga como su primer campo de golf o el aeropuerto.

El historiador malagueño Elías de Mateo ha conseguido rescatar del olvido la fragmentaria historia de ´Los rotarios en Málaga´, el título de su investigación, publicada en 2008 gracias al patrocinio de la Fundación Málaga y de Edipsa, la empresa que tiene su sede en el antiguo Hotel Regina, la ´casa´ de los rotarios malagueños.

"Para mí fue significativo lo que me contó el periodista Juan Antonio Rando del diario ´Sur´: él encuentra una nota de La Unión Mercantil sobre una reunión de rotarios, lo anuncia en la sección ´Málaga hace 25 años´, contando que al día siguiente dará los nombres de los asistentes a la reunión y se moviliza Málaga entera para que no se publique", cuenta a La Opinión el historiador.

La censura franquista no quería ni oir hablar de los rotarios, por mucho tiempo que hubiera transcurrido. A partir de esta curiosa anécdota, el profesor malagueño siguió el rastro de los rotarios en Málaga desde el archivo del antiguo Gobierno Civil hasta el archivo general de Salamanca, pasando por otros clubes rotarios de España y los descendientes de estos rotarios.

El movimiento rotario nace en Chicago en 1905 con el fin de fomentar la ayuda mutua entre profesionales, en principio, salvo un par de excepciones, sólo puede ser socio un empresario o profesional por cada actividad económica.

El primer club rotario de Andalucía nace en Málaga en 1927. Condiciones para entrar: varón adulto, "de buen carácter y buena reputación comercial" y profesionales "reconocidos". La política no se toma en cuenta.

Todos los miércoles, los rotarios, que oscilaron entre los 22 y 32 socios, se reunieron en el hotel Regina y como explica Elías de Mateo, llegó a convertirse en el tercer club de España en índice de asistencia.

¿Qué hacían los rotarios? Además de tender lazos en sus respectivos campos profesionales, visitaban fábricas y centros de actividad económica, se reunían con famosos como el escritor y cineasta Edgar Neville o el aviador Francisco Iglesias, pero sobre todo, trataban de mejorar la ciudad en la que vivían.

En este sentido, quisieron que Málaga ofreciera un turismo de calidad y como recuerda Elías de Mateo "influyeron decisivamente" en la construcción del primer campo de golf de Málaga y en el aeropuerto, que dejó de ser un campo de aterrizaje de la compañía postal Latecoere para convertirse en un aeropuerto ´de verdad´. Los rotarios también realizaron obras sociales importantes como el Instituto Municipal de Sordomudos y Ciegos.

Y ¿quiénes eran esos rotarios cuya mención sufrió en los 60 la censura de prensa?, pues entre ellos nombres tan conocidos en Málaga como José Álvarez Gómez, Enrique Laza, Juan Temboury, Manuel Giménez Lombardo, Juan Jiménez-Lopera, Carlos Rein, Fernando Guerrero Strachan, Enrique Gómez, Adolfo Gross o Enrique van Dulken (padre). De ellos, Carlos Rein llegó a ser ministro de Agricultura con Franco y Enrique Gómez, "que se rodeó de rotarios en el Ayuntamiento", precisa Elías de Mateo, el primer alcalde tras el triunfo franquista. Había muchas razones para olvidar el importante papel de los rotarios malagueños. Ahora, ´regresan´ del silencio.