La entidad ferroviaria Adif avisa de que el Ayuntamiento no podrá iniciar la obra del bulevar si no hay un acuerdo sobre la propiedad de los terrenos obtenidos por el soterramiento de la vía férrea. Así, recalca que no se trabajará en ellos mientras no se les compense por la cesión del suelo al Consistorio.

La fecha para lograr el acuerdo se la ha marcado el presidente de Adif, Antonio González, al alcalde de Málaga, Francisco de la Torre. Será el 18 de diciembre en la Subdelegación de Málaga y con la presencia de la consejera de Obras Públicas, Rosa Aguilar, la tercera administración implicada pero que mira con lejanía la polémica sobre este suelo.

El Ayuntamiento dio el martes una vuelta de tuerca a este enfrentamiento. Insiste en que empezará las obras del bulevar, haya o no acuerdo sobre los terrenos. El alcalde recalca que no quiere retrasos en este proyecto para aprovechar el nuevo espacio. Recuerda que ya hay 3 millones de euros de inversión previstos para 2009 y habrá otra partida en 2010. Argumenta que el terreno no es de Adif, que ya recibió su compensación con los usos comerciales y hoteleros de la estación. Más allá de eso, De la Torre tiene claro quién debe responder: los tribunales.

Adif, en cambio, sigue apostando por alcanzar un acuerdo que evite la polémica ante lo que cree que es un "desafío" fuera de lugar del alcalde. Muestra sus argumentos que justifican la propiedad sobre esos suelos, como el hecho de que el tramo entre la ronda Oeste y Juan XXIII quedara fuera del convenio firmado para la nueva estación de Renfe, que además considera cerrado.

La entidad ferroviaria rechaza que haya pedido al Ayuntamiento una compensación en dinero o que se duplique la edificabilidad en el entorno de la estación. Recalca que sólo quiere una compensación que estaría por determinar en conversaciones con el Ayuntamiento y que se encuentra abierta a definir.

"Adif no tiene obligación de ceder gratuitamente los suelos liberados", detalla el presidente de esta entidad pública en una reciente misiva al alcalde, al que le muestra su "sorpresa y desagrado" por el tono y el contenido de las reclamaciones municipales, que no han seguido el cauce establecido de la comisión de seguimiento, en la que están representadas las tres administraciones y que se estableció para discutir todo lo referido a este asunto.