Jesús Catalá cumple el domingo un año al frente de la diócesis de Málaga y en este tiempo ya está convencido de que es necesario acabar la Catedral. Por este motivo, ha ordenado redactar un plan director que servirá para establecer las prioridades y fijar las líneas de actuación para retomar una obra que lleva paralizada desde 1782, cuando el Cabildo desvió el dinero previsto para costear el templo a la construcción de los caminos de Vélez y Antequera. 228 años después, podrían reiniciarse los trabajos para terminar un edificio inacabado en todas y cada una de sus unidades.

Porque no sólo le falta la torre, "sino muchas otras cosas más", se encargó de recordar ayer el obispo en una rueda de prensa en la que hizo balance de su primer año de episcopado. La ausencia de este segundo hito vertical, sin embargo, y aunque no sea una prioridad, es lo más evidente. De hecho, muchos conocen a la Catedral con el sobrenombre de ´Manquita´. Catalá instó ayer a que se deje de utilizar este apelativo, "porque no está manca, está inacabada", señaló.

El obispo y el Cabildo Catedralicio están enumerando cuáles son las necesidades que tiene la Catedral, para que luego los técnicos del Primer Templo puedan redactar este plan director que, según Fernando Ramos, aparejador de la Catedral, podría estar listo en el primer trimestre de 2010, para ser presentado a la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, que tiene que autorizar que los trabajos vuelvan a ponerse en marcha. Ése va a ser, sin duda, el principal escollo que tendrán que sortear. "Los técnicos a los que la Junta consulta suelen ser arquitectos que, por norma general, se muestran bastante inmovilistas", reconoció el obispo.

Organismos vivos. "Las catedrales son organismos vivos, qué miedo hay a dejar que el organismo vivo siga su vida", se preguntó el prelado, que recordó que la Catedral de Valencia, la de su diócesis natal, tiene tres puertas y cada una es de un estilo artístico distinto: románico, gótico y barroco, "porque se hizo durante tres siglos distintos".

¿Cómo se acabaría la Catedral? Siguiendo los planos que existen y que dejó en su día el arquitecto Antonio Ramos, el último maestro mayor de la Catedral. Es decir, a pesar de estar en el siglo XXI, se mantendrían el estilo y la traza del XVIII.

Lo primero que habría que acometer, porque es más urgente y necesario, según el obispo, es la sacristía. El proyecto original contempla dos: una junto al Patio de los Naranjos y otra en el Postigo de los Abades. "En la primera, incluso están construidos los pilares bajo la tierra de la zona ajardinada, tras el monumento a Gálvez", precisó el prelado. Fernando Ramos, el aparejador del templo, confirma este dato. "Se ve perfectamente la piedra en la fachada de que es una obra que había sido comenzada, y se aprecian también como una especie de dos pilares que en realidad son las jambas de paso de la puerta", asegura.

Ramos no entiende una Catedral sin sacristía, "porque es en ella donde comienza el culto y la liturgia". "Lo que ahora funciona como sacristía es lo que era la antesala a la sacristía. La Catedral debería tener al menos una, ya que acometer ahora la del Postigo de los Abades obligaría a cortar el tráfico en esta vía", apostilla.

¿Qué más falta por hacer? Además de la torre sur, "que cuenta con tres grandes espacios en tres niveles diferentes y que sería muy interesante aprovechar", a juicio de Catalá, la interrupción de la obra dejó sin terminar los cubillos, o torreones laterales que enmarcan las puertas del crucero, una balaustrada en la parte superior que tendría que recorrer todo el perímetro del edificio, toda la estatuaria y otros elementos en la fachada principal, como el frontis y el acroterio o remate superior de la fábrica, "para ocultar la altura del tejado que tendría que haberse realizado en teja y a dos aguas, como contempla el proyecto original", insiste Ramos, que se muestra muy crítico con las obras de impermeabilización acometidas en la cubierta.

¿Cuánto se tardaría? "Si Cultura aprueba el plan director, viviremos para ver la Catedral terminada", asegura Fernando Ramos.