La barriada de San Andrés quiere trabajar. Así resumieron ayer medio centenar de vecinos las intenciones de sus ciudadanos, cansados de esperar una oportunidad que nunca llega. Lo hicieron en la calle porque, según cuentan, nadie les ayuda a tener un local para trabajar en la asociación de vecinos denominada Nuevo San Andrés y San Juan de Dios que acaban de formar.

Su presidente, Juan de Dios Coalla, llevó el peso de un discurso en el que la palabra desempleo acercaba el drama que ellos viven en primera persona. "Los últimos datos dicen que en Málaga hay un 30% de desempleo. En el barrio el porcentaje supera el 80%", apuntó Coalla. El presidente de esta comunidad incidió en la imagen de un barrio que se viene abajo por culpa de una crisis que siempre pagan los mismos. "La mayoría de los parados son padres de familia que no encuentran trabajo. El dinero no entra en el barrio y los comercios cierran ante el descenso del consumo", aseguró Coalla, añadiendo que la barriada ha entrado en una espiral "muy negativa" en la que ni los jóvenes han logrado cambiar la tendencia.

Sin embargo, los vecinos de San Andrés todavía tienen fuerzas para denunciar una situación que no están dispuestos a aceptar. Ellos quieren trabajar y llegarán "hasta donde haga falta" para que las autoridades les escuchen.

Bulevar

De hecho, todos los presentes, que hicieron coincidir su denuncia con el primer aniversario del tornado que arrasó la barriada, apoyaron a su presidente cuando aseguró que las obras del bulevar, que bordearán el barrio de lado a lado, deberían estar protagonizadas por unos vecinos entre los que el paro se ha extendido como una pandemia y donde ya se han producido casos de desahucios por no poder hacer frente a los pagos de las hipotecas. "Estamos aquí para decir que queremos trabajar. En Málaga se están haciendo muchas obras importantes y no se cuenta con trabajadores de este barrio porque se creen que es una zona marginal. Aquí hay gente de todo tipo, pero sobre todo gente honrada que necesita un puesto de trabajo y sacar adelante a los suyos", dijo Calla, quien elevó el tono de su discurso para hacer una advertencia: "Queremos participar en las obras del bulevar. Y si no nos hacen caso ya adelantamos que estamos dispuestos a presentarnos en la obra y paralizarla. Eso sí, siempre de forma pacífica".

Poco a poco, los asistentes se fueron animando a tomar la palabra y a describir la situación. "Estar parado no es una deshonra, es una desgracia. Nosotros vivimos del trabajo y haremos todo lo que esté en nuestras manos para ser como los demás. A los bancos les da igual que estemos trabajando o no y ya se han producido algunos desahucios", explicó otro miembro de la junta directiva de la asociación.