La Inspección de Trabajo en Málaga aumentó en el año 2009 un 125% el número de infracciones levantadas en relación a la denominada economía irregular o sumergida. Comercio y hostelería fueron los focos principales de atención en una tarea en las que los inspectores detectaron 2.147 casos de infracción, que se repartieron entre 1.435 correspondientes a personas que trabajaban sin contrato, 58 individuos que realizaban trabajos por cuenta propia sin ser autónomos y 487 casos de personas que trabajaban ´en negro´ mientras además cobraban la prestación por desempleo.

¿El castigo? Para el caso de las empresas que mantenían a estos trabajadores ´bajo cuerda´ la multa no sería inferior a los 6.000 euros. En el caso de lo que cobraban el paro además de trabajar sin contrato, la penalización por sus irregularidades devolver lo cobrado de la Seguridad Social en esos meses y sufrir la suspensión de las prestaciones durante el tiempo que se estime oportuno.

Dinero a recuperar

De momento, las actuaciones de la Inspección en este apartado pueden permitir recuperar para las arcas del Estado 9,6 millones de euros en cuotas a la Seguridad Social que se dejaron de percibir indebidamente, además de recaudar 3,1 millones en multas. La cantidad casi cuadruplica a la del año 2008.

La jefa de la Inspección de Trabajo en Málaga, Mercedes Muñoz, reconoce que un tiempo de crisis como el actual se presta a la multiplicación de casos relacionados con la economía sumergida. "Este año le hemos pegado fuerte con este tema al sector turístico, a la hostelería, visitando mucho y buscando hasta debajo de las piedras". Muñoz lamenta la "escasa conciencia social" de los españoles en general, y recuerda que las prestaciones del sistema público no se asemejan a un seguro firmado con una compañía privada al que se tiene derecho pase lo que se pase, sino que parten de un "principio de solidaridad" por el que paga a los que ya cotizaron antes.

"El sistema público no es infinito, y para que siga existiendo y cubriendo todo el espectro de prestaciones, tenemos que alimentarlo", comenta. A la vista de la elevada tasas de paro que sufre actualmente España (y Málaga en particular, con más de un 27% de la población activa en desempleo), la inspectora instó tanto a sindicatos como a empresarios, además de a los propios ciudadanos, a colaborar denunciando los casos de irregularidades. "Nosotros no llegamos a todos los sitios, no hay un inspector de Trabajo detrás de cada trabajador para comprobar si tiene contrato o si un desempleados está cobrando el paro indebidamente porque en realidad trabaja", apunta. La Inspección de Trabajo cuenta en Málaga con 26 inspectores y 30 subinspectores, la cifra más alta de su historia pero que, en efecto, no da abasto en una provincia con, actualmente, 520.000 cotizantes y unas 50.000 empresas.

De temporal a fijo

Los controles de la inspección´pn de Trabajo también sirven para destapar casos de jubilados que siguen trabajando o personas que trabajan más horas de las que estipula su contrato. Destaca por ejemplo que uno de cada tres contratos temporales revisados correspondía a puestos de trabajo que en realidad se debía cubrir ya con un contrato fijo. Así, de los 7.324 contratos temporales examinados, la Inspección forzó la conversión de 2.749 en indefinidos (exactamente el 37,5% de los casos).

"Todos los empresarios tienen derecho a probar al trabajador para medir su capacidad profesional, pero si esa persona pasa el periodo de prueba se le tiene que hacer fijo", dice Muñoz. Tras este fenómeno están las ganas de ahorrar en cotizaciones a la Seguridad Social.