El drama de la inmigración ilegal señaló ayer a la provincia malagueña. Esta vez no fue en el mar Mediterráneo, sino en la A-7 a su paso por el municipio malagueño de Benalmádena. Lo que inicialmente pareció un aparatoso incidente que colapsó la autovía durante varias horas, finalizó con el hallazgo del cadáver de un polizón que viajaba en la zona del motor de un trailer de gran tonelaje.

Sobre las 22.00 horas del pasado jueves el conductor de un trailer se vio obligado a detener el vehículo en el arcén tras apreciar que salía humo del motor. Fue en el kilómetro 220 de la autovía en dirección Málaga donde el camionero, de origen alemán y que venía de Tánger, se bajaba del vehículo y comprobaba que el humo daba paso al fuego en cuestión de segundos. Según pudo saber ayer La Opinión de Málaga, sus intentos por sofocar el incendio resultaron inútiles después de producirse una explosión en la zona del motor.

Gritos. Las mismas fuentes aseguran que fue en ese momento cuando al camionero le pareció oír gritos de socorro, por lo que realizó una inspección alrededor de todo el vehículo. No encontró ni volvió a oír nada. Acto seguido llegaban los bomberos, cuyos agentes extinguieron el fuego mientras la Guardia Civil de Tráfico intentaba poner orden en la circulación. Una vez apagado, y poco antes de proceder a evacuar el vehículo, los funcionarios inspeccionaron el camión y hallaron un cadáver completamente calcinado en un hueco cercano a la zona del motor. La Policía Nacional de Málaga se hacía inmediatamente cargo de la investigación y unas horas después aseguraba que la principal hipótesis apuntaba a que la víctima era un inmigrante que viajaba clandestinamente en los bajos del vehículo. Aunque la autopsia del cuerpo se realizó ayer, el Instituto de Medicina Legal está a la espera de realizar pruebas complementarias para llevar a cabo su identificación.