La Junta de Andalucía ha repartido más de 2.000 especies forestales autóctonas entre los ciudadanos y asociaciones ambientales que se han acercado hasta el vivero que la Consejería de Medio Ambiente tiene en Málaga.

En el acto, en el que ha participado la delegada provincial de Medio Ambiente, Remedios Martel, se han repartido diferentes variedades entre las que se encontraban encinas, acebuches, algarrobos, almeces y lentiscos, además de numerosas plantas aromáticas como el romero, el tomillo o la lavanda.

Las masas forestales de la provincia de Málaga "son un elemento clave para la sostenibilidad del entorno, para la generación de rentas, así como para la preservación de la rica biodiversidad de la provincia", según manifestaron desde la Delegación a través de un comunicado.

La delegada resaltó la importancia de los árboles y de la masa forestal de la provincia, que asciende a 345.000 hectáreas, para luchar contra el cambio climático. "Estas especies significan un descenso de las emisiones de CO2 a la atmósfera, lo que contribuye sin duda alguna, a frenar el efecto invernadero", apuntó.

Además de sus ventajas ante los efectos del cambio climático, las especies forestales otorgan "otros beneficios sociales y económicos básicos, como son el incremento de los recursos hídricos, la suavización del clima y la protección de suelos", precisaron desde la administración andaluza.

Martel incidió en la necesidad de preservar las masas forestales de la provincia "ya que de este modo favorecemos la fertilidad de los suelos y la estabilidad de los mismos". "El mantenimiento de nuestra flora es vital para el enriquecimiento del paisaje, a la misma vez que contribuye a la preservación de otros valores ambientales, como son los ecosistemas, la biodiversidad o nuestra fauna", sentenció.