La dirección del complejo hospitalario integral Chip, que engloba también al centro Doctor Burgos, conocido popularmente como La Encarnación, recusó ayer las informaciones que apuntaban a un eventual realojo de los pacientes derivados del sistema público, que, según dijo, siguen atendiéndose en las instalaciones con total garantía y normalidad.

El director, Jesús Burgos, insistió en que el centro no sólo no se ha quedado sin plazas para los enfermos del SAS, sino que muchos de ellos fueron intervenidos quirúrgicamente en el día de ayer por los profesionales que componen la plantilla. "Se están atendiendo y se atienden como siempre, somos una empresa sanitaria de vocación pública", puntualizó. En este sentido, incidió en que los pacientes son la prioridad del complejo y que jamás se ha hecho distinción en la profesionalidad y el trato que se dispensa a los que proceden del sistema público.

En cuanto a los traslados efectuados en las últimas semanas, Burgos zanjó la polémica al recordar que se trata de una práctica habitual en el tejido sanitario. "Lo mismo que el Carlos Haya nos transfiere enfermos, nosotros lo hacemos a veces hacia otros centros, siempre bajo la supervisión del SAS y con la mira puesta en las necesidades del paciente", explicó.

El complejo, al igual que otros muchos centros de la provincia, se halla en proceso de renovación del concierto que mantiene desde hace doce años con el sistema público, lo que, en los últimos días, ha suscitado rumores. Fuentes de la delegación provincial de Salud aclararon que no sólo no peligra la continuidad del convenio, sino que la ampliación está prácticamente asegurada.

El Chip, presentado el pasado septiembre, se ha convertido en uno de los centros de referencia del país en la aplicación de servicios de alta tecnología al cuidado de los enfermos. El complejo cuenta con casi un centenar de camas, la mayoría de ellas provistas de terminales multimedia que permiten al paciente conectarse a internet y consultar el historial, además de cualquier tipo de incidencia.

La empresa cuenta con una plantilla de 150 trabajadores y dispone de unidades de urgencias y cuidados intensivos, consultas externas y radiología digital con un escáner de alta velocidad que detecta arritmias difíciles de percibir. Asimismo, dispone de seis quirófanos, tres de ellos con tecnología integrada de última generación. Entre sus innovaciones, figura el uso de paneles antibacterias, utilizadas por primera vez en España. La dirección ha invertido 35 millones de euros en los últimos meses.