El actual presidente de la Cámara de Comercio opta de nuevo a la reelección con el fin y el objetivo de continuar el proyecto iniciado. Lleva al frente de la institución ocho años. Jerónimo Pérez Casero analiza en esta entrevista los logros alcanzados y los retos del futuro en una situación económica claramente desfavorable para las empresas.

–¿Por qué se presenta de nuevo?

–Es un proceso complejo en el que se elige por grupos y en mi grupo yo soy el candidato proclamado. Las elecciones serán del martes al jueves, pero el presidente y el comité ejecutivo en sí no se eligen hasta mayo. Me presento porque el proyecto iniciado está todavía en ejecución y evidentemente quiero ver cómo se finaliza y todavía me encuentro con fuerzas y con tiempo.

–En principio no se esperan contrincantes, ¿no?

–No parece, no. De entrada serán unas elecciones tranquilas. Espero que esto signifique un apoyo a mi gestión en los ocho años que he estado ya al frente de la Cámara. Este hecho nos anima a seguir en la misma línea de trabajo iniciado que creo que nos ha funcionado bien. La presencia institucional de la Cámara es importante y la valoración es alta en el tejido empresarial. En definitiva, creo que estamos siguiendo el camino correcto.

–¿Qué propone para esta nueva etapa?

–No vamos a cambiar mucho la política de la Cámara, simplemente pretendemos impulsarla más. Siempre nuestro objetivo fundamental es posicionar a Málaga como referente del turismo en el Mediterráneo. El turismo es el sector más significativo de todo el tejido productivo de la provincia y debemos apoyarnos en él para salir de este bache que estamos pasando.

–¿Qué ha cambiado en estos ocho años con su gestión?

–En principio lo que ya he mencionado, que es tener como referencia un sector importante, el turismo, y un territorio importante, el Mediterráneo. Basar el desarrollo y la política del turismo en la innovación y las nuevas tecnologías es el fundamento del futuro. Eso en lo que se refiere a política cameral frente al exterior. Internamente la Cámara ha cambiado mucho en la profesionalización, ya funciona definitivamente no como una institución funcionarial sino como una empresa.

–Ha mencionado la crisis. ¿Cómo están las empresas en relación a la exportación?

–Independientemente del turismo, una de las misiones de la Cámara es el fomento de las exportaciones. Nos ha preocupado enormemente desarrollar y ampliar a través de programas el tejido empresarial. Que nuestros empresarios, fabriquen lo que fabriquen y produzcan lo que produzcan, le pierdan el miedo a salir al exterior. Uno de los problemas que ha tenido este país que probablemente haya agravado la crisis es su balanza comercial, enormemente deficitaria. El apoyo de las cámaras a las exportaciones es fundamental.

–¿Y qué se ha logrado en esta materia?

–Se ha conseguido por lo menos interesar a empresas, mover la ilusión por salir a los mercados exteriores, pero todavía nos queda mucho camino por recorrer, no nos podemos engañar. Tampoco tenemos un tejido industrial importante y una potente industria agroalimentaria, es decir, tenemos lo que tenemos y, dentro de eso, hay que procurar que expandan sus mercados. Si crece el mercado es más fácil que crezca la producción y que se cree más empleo. Se ha aumentado el número de nuestro censo de empresas exportadoras y se ha aumentado el número de misiones, aunque quizás ahora son más concretas, se hace lo que el sector demanda.

–¿Qué medidas se pueden tomar para fortalecer la exportación?

–Nosotros en Málaga, como novedad, aunque se está haciendo en otras Cámaras de España, estamos propiciando la creación de consorcios de exportadores. O el tejido empresarial se une o dificilmente puede dirigirse a mercados exteriores, porque el tejido que tenemos es el que es. Una microempresa no está en disposición de enviar a todas las misiones a un empleado suyo, pero si se crea un consorcio y se vende esos productos en conjunto, productos que tengan cierta similitud, parece que funciona. Estamos empezando y esperamos consolidarlo y que sea el camino para que le pierdan el miedo a la exportación.

–¿Cómo ve el futuro?

–Estamos hablando de tiempos muy difíciles, pero en tiempos difíciles es cuando más imaginación hay que ponerle a las cosas. Si el consumo interno ha decaído habrá que ampliar el mercado. Aun así la exportación no ha descendido porque ha aumentado el número de empresas exportadoras, pero los datos globales en la provincia han sido negativos, evidentemente.

–¿Le ha afectado la crisis a su gestión en la cámara?

–Uno de los ingresos de la cámara depende de los beneficios de las empresas y lógicamente se está resintiendo. Ahora tenemos que ser más cuidadosos en los proyectos a acometer, pero realmente el comportamiento de la Cámara con ingresos no permanentes también se ha mantenido a un nivel importante desde el punto de vista presupuestario. Pero todavía no ha venido lo peor a la Cámara ya que nosotros emitimos recibos con dos años de retraso con respecto a la realidad, por lo que no nos ha venido el año 2009. El futuro lo vemos desde el punto de vista cameral un podo duro, pero desde el punto vista de la sociedad lo veo con mucha esperanza. El ciclo tiene que terminar y pronto empezaremos a remontar el vuelo.