Más de la mitad de la población de la capital sufre molestias de diversa intensidad por culpa del ruido que generan las carreteras. Así lo señalan los informes de la Unión Europea recogidos en una nueva base de datos sobre contaminación acústica, que refleja que el 57% de los residentes malagueños se ve afectado por los ruidos del tráfico, lo que se traduce en más de 320.000 personas de las casi 600.000 de la ciudad.

El servicio europeo de observación e información del ruido (NOISE) analiza los datos de ciudades que superan los 250.000 habitantes, abordando cuestiones como carreteras, aeropuertos o industrias. En el caso de Málaga, indica que el citado 57% sufre ruidos por encima de los 55 decibelios –cifra a partir de la cual la OMS considera que se generan molestias– y un 21% de la población incluso supera los 70 decibelios (118.700 personas). Otros 43.000 vecinos sufren ruidos mayores a 75 decibelios en horario diurno.

En horario nocturno bajan los porcentajes, pero aun así uno de cada cinco ciudadanos sufre ruidos por encima de los 60 decibelios. Según los datos de la UE, para el 12% de los residentes de la capital las carreteras generan ruidos de entre 55 y 59 decibelios; para el 9%, entre 60 y 64 decibelios, y para un 8%, de 65 a 69.

Las molestias causadas por las industrias, un sector con escasa presencia en Málaga, apenas molestan a un millar de vecinos, mientras que bajo la influencia de la contaminación acústica que puede provocar el Aeropuerto ´sólo´ se encuentran unos 6.500 residentes de la capital, aunque la mayoría no registra más de 60 decibelios –algo más de 4.000 vecinos sufren ruidos de entre 55 y 59 decibelios–.

En la comparativa con las otras once ciudades españolas analizadas en la base de datos, Málaga se encuentra entre las que ofrecen un panorama más alentador, junto con Bilbao y Vigo. Y afortunadamente lejos de otras capitales como Sevilla, Alicante o Valencia, en las que el ruido generado por el tránsito viario afecta a entre el 80 y el 90% de su población. En las once ciudades estudiadas, el ruido de las carreteras afecta a más de 3 millones de personas, mientras que el de los aeropuertos llega a casi 20.000 residentes de estos núcleos.