Los faros de Málaga están a punto de vivir una segunda juventud. Existen tres peticiones para darle un uso museístico a sendos faros de la provincia, mientras que ya hay uno –el de Torrox– que lo tiene en marcha. Esta medida permitirá abrir estos edificios al uso público, que está restringido por la actual Ley de Puertos y cuyo régimen puede cambiar con la reforma en tramite en el Congreso.

La provincia de Málaga cuenta en la actualidad con seis faros, que ahora tienen un papel secundario como ayuda a la navegación por la implantación del GPS. Además, la mayor parte de estos edificios se encuentran cerrados, salvo dos en los que viven los técnicos de Sistemas de Ayuda a la Navegación, los antiguos fareros.

El faro de Torrox es el único con uso público, ya que está cedido al Ayuntamiento para uso cultural, un camino que están emprendiendo otros tres. En concreto, sobre el faro de Marbella hay una petición de la Junta de Andalucía y del Ayuntamiento marbellí para el mismo objetivo. También el Consistorio de Vélez ha realizado una petición similar para el que hay situado en el litoral de Torre del Mar; y el Ministerio de Fomento tiene un proyecto para un museo marítimo en la Farola, donde podrían exponerse piezas de la historia del Puerto, como restos del viejo silo.

El gerente de Málagaport, Sebastián Camps, destacó que cualquier petición que signifique darle un uso a estos edificios "es positiva porque asegura el mantenimiento del faro". No obstante, descartó que la reforma de la Ley de Puertos abra la puerta a instalar un hotel o un restaurante en los faros de Málaga, ya que "son muy pequeños".

José Manuel López Chorro, encargado de Señales Marítimas del Puerto de Málaga, explicó que los faros, además de las luces, mantienen distintos equipos de comunicaciones, radio, el AIS –para identificar y situar a los barcos–. No obstante, "formamos un cuerpo de funcionarios del Estado a extinguir" conforme se jubilen sus miembros, ya que se tiende a subcontratar este servicio.