Una decena de puestos de pescado han logrado que la reapertura del mercado de Atarazanas se retrase unas dos semanas y ahora se fije para la primera semana de mayo. La causa de este atraso está en las quejas de estos comerciantes sobre la estrechez de los puestos de un módulo, por lo que amenazaron con no trasladarse si no se les daba una solución. Esta actitud ha puesto de relieve la división existente con los comerciantes de carnes y verduras, que quieren empezar en el nuevo recinto lo antes posible para paliar las pérdidas sufridas durante los dos años en el mercado provisional.

El acuerdo alcanzado ayer entre los comerciantes de Atarazanas, en una reunión mantenida con el Ayuntamiento de Málaga, retrasa la inauguración del mercado en unos 20 días, ya que estaba prevista para el 16 de abril. En ese tiempo, el Ayuntamiento se ha comprometido a acometer algunas modificaciones en los puestos para atender las demandas de los comerciantes de pescado "pero sin alterar la estética de los puestos", aseguró la concejala de Comercio, Purificación Pineda, por lo que se harán bajo supervisión técnica.

La edil recordó que el proyecto era conocido por todos los comerciantes del mercado, a los que su área les facilitó los planos y se realizaron visitas a los puestos piloto el pasado verano. De hecho, afirmó que se modificaron algunos aspectos de los módulos iniciales a petición de los concesionarios.

Críticas. Las mayores críticas vertidas contra la rehabilitación del mercado de Atarazanas han provenido de los vendedores de pescado, que se quejaron del tamaño de los puestos de un módulo que les dificultaba el trabajo y fueron apoyados por el resto de sus compañeros.

Estos comerciantes consideran que no tienen espacio para su mercancía, ya que los puestos han perdido parte de su tamaño para adaptarse a la normativa de seguridad de los mercados, que exige la ampliación de los pasillos para atender el tránsito de personas, el uso de material ignífugo para aislar los puestos y que las instalaciones de electricidad y agua no estén al aire.

No obstante, el resto de comerciantes de carnes y fruta y verdura insisten en no retrasar más allá de mayo el traslado de los puestos a todo el mercado, que se hará de una vez con toda la oferta comercial del recinto. Estos comerciantes aducen pérdidas de un 80% en sus ventas en el mercado provisional de la calle Camas.

La reunión celebrada ayer en el Ayuntamiento contó con la presencia del alcalde, Francisco de la Torre; el presidente de la Asociación de Comerciantes de Mercados Municipales de Málaga, Juan Manuel Bravo; el responsable de los vendedores de Atarazanas, David Ruiz; un técnico del estudio que desarrolló el proyecto de rehabilitación; representantes de la constructora Sacyr, y comerciantes de pescado, fruta y verdura y carnicería.