La decisión del Grupo Novasoft de abandonar el Club Málaga Valley ha provocado reacciones contrapuestas en el empresariado, que en algunos casos comparte con el ciudadano la sensación de que la aportación de esta iniciativa a la ciudad, cuatro años después de su nacimiento, no pasa de una llamativa estrategia de marketing en la que los resultados, sin embargo, están aún por llegar. El Málaga Valley, que se creó con el objetivo de convertir a Málaga en la zona de excelencia tecnológica más importante de Europa al estilo del californiano Silicon Valley, ha traído "muchas fotos y mucho escaparate, pero pocas iniciativas tangibles", señalan las voces más críticas, en tanto que otras critican las formas esgrimidas por el presidente de Novasoft, Francisco Barrionuevo, al entender que lo fundamental es que la iniciativa está poniendo a la capital en órbita entre el sector tecnológico internacional.

El vicepresidente de la Asociación de Empresarios de Tecnologías de la Información y Comunicaciones de Andalucía (Eticom) y director de la firma Libera Networks, José Miguel Ruiz Padilla, mostró su desacuerdo con Barrionuevo, y dijo que el Málaga Valley debe estar al margen de intereses particulares y de la rivalidad política.

"El Málaga Valley podrá tener sus luces y sus sombras, pero es una publicidad vital para la ciudad que la sitúa en el horizonte del mundo tecnológico", comentó Ruiz Padilla, que cree que las críticas deben hacerse en el propio club. "A Francisco no lo he visto en las últimas reuniones plenarias, aunque siempre ha tenido su asiento reservado y su derecho a hablar, como todos", añadió. Para Ruiz Padilla, las empresas malagueñas se beneficiarán del Club si aprovechan sus dinámicas, y puso el ejemplo de AT4 Wireless, que en el último foro organizó una visita a sus instalaciones. Todo eso no quita para que admita que las cosas "puedan hacerse mejor" y que la firma local necesitan percibir "mayor cariño", "pero esto no ocurre sólo en el Málaga Valley sino en cualquier iniciativa".

¿Hay resultados?

Más cercano a Barrionuevo se mostró el director general de Airzone, Antonio Mediato, que, aunque alaba la idea del Málaga Valley, reclama "poner todo el cuidado para sacar el máximo partido". "Estas oportunidades sólo pasan una vez en la vida, y tenemos que aprovechar el entusiasmo generado para vender algo tangible. Hay que hacer bien las cosas", apuntó. Pese a que Airzone no pertenece al ´núcleo duro´ del Club, Mediato opina que Barrionuevo debe tener "fundadas razones" para su decisión.

El director del Parque Tecnológico de Andalucía (PTA), Felipe Romera, señaló que el Málaga Valley es un "excelente instrumento de promoción de la ciudad", aunque admitió que las grandes inversiones que pueda atraer a la tecnópolis "están por ver", mas allá de logros como la red 4G desplegada por la empresa Clearwire o la llegada de pequeñas firmas como Esabe.

"Mis expectativas están bastante colmadas porque entiendo el Club como un elemento de marketing al que hay que dar tiempo. Se ha creado un estado de opinión muy favorable y se ha dado a Málaga una gran visibilidad", dijo Romera.

Fuentes del sector comentaron que algunos empresarios sí comparten exactamente lo señalado por el presidente de Novasoft: "Mucho escaparate y muchas fotos, pero todavía no se puede citar ni una iniciativa concreta para Málaga. No se está aprovechando el momento, se están quemando cartuchos, y puede que al final sólo quede humo".

Por su parte, el vicepresidente ejecutivo de la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM), Javier González de Lara, señaló que las declaraciones de Barrionuevo hay que tomarlas "de forma constructiva" para el debate, y confió en que su decisión no dañe la apuesta por el Málaga Valley, forjada en el marco de la Fundación Ciedes.

"Es un proyecto de atracción de tecnología a nuestra ciudad, y siempre hemos mantenido una relación fluida con el Club", apuntó De Lara, que no obstante reconoce lícita cualquier opinión para que las firmas malagueñas tengan más protagonismo y para que se busque que las participantes de fuera "se impliquen con inversiones". Eso sí, quiso defender que el Málaga Valley "no ha sido nunca excluyente", y que ha permitido la voz de todos.

Respuesta del Club

La marcha de Novasoft fue contestada ayer mismo por el director de comunicación del Málaga Valley, Víctor Steinberg, para quien sí existe "una especial atención" por lo local, con un comité integrado por firmas de la ciudad. Steinberg lamentó "profundamente" la marcha de Novasoft –que consideró "un caso aislado"–, y reiteró que al empresario local "se le cuida con todo el cariño". Según dijo, Barrionuevo estaba "encantado" con el Club, y así se lo comunicó al alcalde en marzo. Este portavoz confió en que no haya "cuestiones políticas" de por medio ya que el proyecto "excede a cualquier administración", y que no se trata de una iniciativa "para unas elecciones, sino que viene de largo y sigue para adelante".

En el Ayuntamiento de Málaga habló el concejal de Nuevas Tecnologías, Francisco Salas, que dejó claro que esta iniciativa "no es propiedad" del Consistorio, sino que "es un club de empresarios y ellos pueden hacer lo que vean". Salas dijo no entender las críticas de Novasoft, "sobre todo cuando, teniendo Barrionuevo su asiento reservado en la última reunión y su turno de palabra, se ausentó". El grupo de IU, por su parte, criticó la "opacidad" del equipo de gobierno con respecto a la gestión del Club.