Javier Cremades atendió ayer a este periódico a bordo del tren que enlaza Barcelona y Madrid. Experto en Derecho de las Telecomunicaciones, Cremades hace balance de los logros del Club Málaga Valley que él mismo preside, tras la anunciada marcha del Grupo Novasoft por entender que no hay suficiente apoyo al empresariado malagueño.

–La primera pregunta es obligada, ¿cómo valora la decisión del presidente de Novasoft, Francisco Barrionuevo, de dejar el Club?

–Lo primero que quiero decir es que Barrionuevo es un gran empresario que ha demostrado que sabe hacer las cosas bien. Lamento que no esté con nosotros y tiene por supuesto las puertas abiertas para cuando quiera volver. Dicho esto, creo que el Málaga Valley es un esfuerzo colectivo para proponer a Málaga como gran foco de inversión. Cuanto mejor le vaya al proyecto mejor para todos. En estos cuatro años se han hecho muchas cosas con la colaboración de la Junta, el Ayuntamiento o el PTA, y se ha difundido la idea de que Málaga es un lugar adecuado para la llegada de talento. Muchos presidentes de multinacionales se han convertido en embajadores de Málaga. El saldo podrá ser mejor o peor, según las opiniones, pero estamos tratando de traer mucho.

–¿Qué hace la empresa local?

–Le puedo citar aspectos como el Libro Blanco elaborado por el Colegio de Ingenieros en colaboración con empresas locales, los convenios con la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM), que han permitido traer a ponentes de prestigio, o los encuentros con jóvenes empresarios. Hay también un comité de empresas locales y firmas como AT4 han aprovechado para organizar visitas a su sede.

–¿Cree que el Club es un éxito?

–Diría que es un proyecto que ha salido muy bien, porque el objetivo era atraer talento a Málaga y la participación en el Valley no ha parado de incrementarse. Tenemos ahora 120 firmas internacionales y 40 locales, y han sido muchos los presidentes que han venido a los foros, con empresas como Oracle, Huawei y el BBVA.

–En ese punto le querría recordar que esas empresas las trajo a Málaga el Parque Tecnológico. Algunos creen que el Málaga Valley sólo se ha colgado la medalla.

–Pero es que da igual de donde haya venido la inversión. El Málaga Valley es un difusor, un multiplicador de la presencia de Málaga. Atraemos el talento, pero no queremos colgarnos medallas, sabemos que el esfuerzo es de las instituciones, como el caso del PTA. El Málaga Valley no lleva las inversiones, pero sí ayuda a que éstas lleguen, y estamos encantados de hacerlo. Ayudamos al PTA, a la UMA o a quien sea. Y quiero citar el trabajo de multinacionales como IBM, Google, Blackberry o British Telecom. Sus presidentes están organizando eventos y entrando en todo los despachos posibles para potenciar el Málaga Valley. Le recuerdo también la red 4G que ha desplegado en Málaga la empresa Clearwire. Sólo con eso, yo me daría por satisfecho. Pero no somos los protagonistas, lo importante es lo que llegue a la ciudad.

–Presentaron un estudio donde valoraron en 1.000 millones de euros la marca Málaga Valley por sus dos millones de apariciones en la Red. ¿No le parce algo exagerado? Algunos dicen que si se escribe ´Málaga Valley´ en los buscadores, con las comillas puestas, no aparecen dos millones sino sólo unas 60.000 apariciones.

–Ese estudio lo hizo Steinberg y Asociados, puede que quizá se hayan equivocado o que los datos no sean exactos, no lo sé. Pero si es verdad lo que se dice de las comillas, digo que lo mismo que se aplica al Málaga Valley se puede aplicar al resto. El resultado seguirá siendo que el Málaga Valley está muy bien posicionado.

–¿Y es eso eficaz?

–El tiempo lo dirá, pero todas las acciones que fomenten la visibilidad son buenas. Y que en un entorno global, Málaga la tenga es algo muy difícil de conseguir.

–¿Cree que la rivalidad política puede afectar al Club ?

–A nivel de empresas, en el Club hay personas de todas las inclinaciones políticas. ¿A nivel local? No tengo duda de que si el Ayuntamiento ha sido el impulsor de la idea alguien lo pueda pensar, pero puedo asegurar que el Club no tiene ninguna inclinación política. Y yo, en mi profesión, he trabajado con el Ministerio de Administraciones Públicas con el PSOE o con gobiernos nacionalistas en el País Vasco o Cataluña.

–¿Qué sentir percibe en el empresariado local del Club?

–Lo que detecto es satisfacción, mucha satisfacción. El objetivo debe ser crear un ecosistema de innovación de largo recorrido que haga más fuerte a todos. Silicon Valley, en California, es lo que es porque no hay ninguna gran compañía, sino que todas lo son y se hacen fuertes entre sí. El paradigma ha cambiado, ahora es el éxito colectivo el que redunda en el beneficio de cada uno y no como antes, donde el éxito individual estaba por encima del colectivo.

–¿Qué mensaje final lanza?

–Que ésta es una idea buena y debe ser un gran éxito colectivo. Quizá veamos muchos frutos en una década. ¿Dónde hay foros del nivel que organiza el Málaga Valley? Y eso, ¿tiene valor? Yo sí se lo doy, cada uno que le dé el que quiera.