La Asociación de Bipolares Andalucía Oriental que lleva ya tres años de andadura ha organizado el próximo miércoles 5 de mayo en el Auditorio de la Diputación ´Los picos del alma´ la tercera Jornada sobre Trastorno Bipolar de Málaga.

–¿Qué es el trastorno bipolar?

–Es un desencadenante químico por el que los neurotransmisores no funcionan bien. Es más una enfermedad cerebral que mental. Esa carencia hay que compensarla de forma farmacológica. La ausencia de esos componentes hacen oscilar el estado de ánimo pasando desde la depresión profunda a la euforia severa.

–¿Qué demandan esos pacientes y esos familiares?

–Es como si pasara un torbellino que lo desestructura todo, la vida familiar y social en general. Es discapacitante. Además no te atreves a hablar de lo que ocurre por el estigma de la enfermedad. La demanda principal es buscar la normalidad en la situación así como encontrar a personas que hayan pasado por lo mismo. Tratamos de abordar tanto al afectado como a la familia y nuestra principal labor es informativa.

–¿Cómo se sienten esos familiares? ¿qué deben hacer?

–Los familiares se encuentran muy desbordados si la persona se les ha ido de las manos por un episodio maníaco y no pueden llevarla al médico. A veces hay que hacer un ingreso involuntario a través del juez. El enfermo mental no es un vándalo ni un criminal en potencia, sino que se pone en riesgo a sí mismo.

–Este tipo de situaciones en las que hasta interviene un juez tendrán un alto coste familiar, ¿no?

–Sí, un coste muy importante. Las relaciones son tormentosas, por eso existe un alto índice de divorcios y se desestructuran muchas familias. Lo que se debe hacer es tratar de normalizar la situación y que el ambiente en casa no sea muy estresante. Hay que buscar el acercamiento, calmarlo y tratar de desdramatizar.

–¿Se puede llevar una vida normalizada?

–Depende del trastorno, hay personas que con la medicación adecuada sí, pueden trabajar y llevar una vida normal, otras no.

–¿A qué edad se despierta? ¿afecta a hombres y mujeres por igual?

–Afecta a los dos sexos y sobre los 20 años es la edad más frecuente en la que comienza el trastorno, con cuadros depresivos, falta de sueño, verborrea, irritabilidad, inatención, querer hacer mucho a la vez o, por el contrario, aislamiento, retraimiento o más sueño del normal. Éstas son digamos esas señales ante las que hay que estar en alerta.