Pocas noticias positivas parecen desprenderse de los últimos doces meses en el mercado laboral de Málaga, aunque podría destacarse que el paro parece agotar su ciclo de ascenso, que un sector donde se tienen puestas tantas esperanzas como las nuevas tecnologías, con el Parque Tecnológico, se sostiene y que, entrando en casos concretos, el futuro de una empresa emblemática malagueña como Isofotón, con sus 700 empleos, parece que empieza a clarear.

1.La tecnología resiste

El Parque Tecnológico de Andalucía (PTA), a pesar de haber sufrido en 2009 la primera bajada de facturación en sus 18 años de historia, ha mantenido sus cifras de trabajadores. El volumen de empleo en la tecnópolis sufrió un aumento, aunque muy leve, con 13.691 trabajadores a finales de 2009 frente a los 13.640 del año anterior. El director general del PTA, Felipe Romera, ha celebrado esta estabilidad en un año que reconoció "muy difícil". La resistencia del PTA a la crisis es muy valiosa por cuando se trata de la punta de lanza del sector con mayor valor añadido.

2.La subida del paro se mitiga

No es para tirar cohetes, pero es cierto que los ascensos del paro mes a mes son muy inferiores a los que se registraron en las mismas fechas del año anterior. Un ejemplo, en Málaga, los tres primeros meses de 2009 trajeron 8.000 nuevos parados, según los inscritos en los Servicios de Empleo. En 2010, ese primer trimestre ha reducido en 1.500 personas la lista. Claro que entonces había 154.000 parados y ahora hay 175.000. Hay quien dice que el paro ya no sube tanto porque no queda mucho empleo por destruir. Sea como fuere, instancias como Analistas Económicos esperan que el verano sea el detonante para que el paro deje de subir definitivamente en Málaga y se empiece a repuntar.

3. Isofotón parece que se salva

Isofotón ha sido uno de las caras más amargas de la crisis. Siendo una de las empresas punteras y de mayor proyección y mimada por la Junta de Andalucía con subvenciones millonarias, una mala gestión del anterior equipo directivo y el mal momento del mercado fotovoltaico pusieron a esta firma, con 700 trabajadores a sus espaldas, al borde del abismo, con dos ERE consecutivos aplicados a la plantilla. No hay que lanzar las campanas al vuelo, pero parece que las conversaciones de la accionista Bergé con una firma asiática para que se haga cargo de la empresa van por buen camino. La Junta también se juega mucho en el tema.