El drama de inmigración ilegal apareció de nuevo ayer en la provincia en forma de accidente de tráfico en el que murió un joven de unos veinte años de edad y que recuerda mucho al ocurrido el pasado mes de marzo.

En esta ocasión, todo parece indicar que el joven, que viajaría en los bajos de un camión en calidad de polizón, falleció tras caerse del lugar en la que se encontraba al ser aplastado por uno de los amortiguadores del vehículo, según las primeras hipótesis con la que trabajan los investigadores y a las que tuvo acceso este periódico. Sin embargo, otras fuentes consultadas hablaban de la posibilidad de que el joven muriera atropellado por otro vehículo justo después de caer del camión en el que viajaba.

Al parecer, fue un particular el que llamó a los servicios de emergencia y a la Guardia Civil de Tráfico, cuyos efectivos se trasladaron al lugar del siniestro para investigar los hechos. El accidente ocurrió en la autopista de peaje AP-7, a la altura del término municipal de Manilva, justo antes de llegar al puesto de peaje ubicado en sentido Málaga, según informaron efectivos del Sistema Emergencias 112 Andalucía y Tráfico. La víctima, cuya identidad y nacionalidad no fue precisada por las fuentes, tenía 20 años. Los servicios sanitarios desplazados hasta el lugar no pudieron hacer nada por salvar la vida del joven, que falleció en el acto. El levantamiento judicial del cadáver se produjo sobre las siete de la tarde.

Los hechos recuerdan a los ocurridos el pasado 11 de marzo, cuando un varón apareció calcinado en los bajos de un camión que se incendió en la A-7 a su paso por el municipio de Benalmádena. Su hallazgo se produjo una vez que el fuego fue extinguido por los bomberos. Poco después se sabía que el vehículo, conducido por un ciudadano alemán, había salido de Tánger y se dirigía al país germano. El cuerpo del fallecido aún está ala espera de pruebas complementarias para su identificación, ya que estaba completamente carbonizado.