Cerco a la venta de droga en colegios e institutos de la provincia. Este es uno de los grandes objetivos de los Cuerpos de Seguridad del Estado desde que el Gobierno impulsara en el año 2006 el Plan Estratégico de Respuesta Policial al Tráfico Minorista y Consumo de Drogas en los colegios e institutos.

En la provincia de Málaga, dicha estrategia sumó el año pasado un total de 135 entrevistas entre agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil con directores de colegios para tratar de lleno el problema de los estupefacientes en el entono escolar, según los datos aportados por la Subdelegación del Gobierno, donde destacaban la importancia de estas reuniones para erradicar la presencia de estupefacientes ante los más jóvenes.

Entornos seguros. Y la presión parece ser efectiva, ya que fuentes de este periódico aseguran que las detenciones se han reducido a números insignificantes en estos entornos que tanto Policía Nacional como Guardia Civil muestran su satisfacción en este sentido. "No es una contradicción. Si ahora cuesta más localizar a un traficante en la puerta de un colegio es porque hemos conseguido alejarlos de estas zonas", explican las fuentes.

La reducción de las estadísticas se reflejan también a nivel nacional. Al menos en los datos aportados por la Policía Nacional, cuerpo que asegura haber desmantelado en toda España un total de 276 puntos de venta de droga en las inmediaciones de centros escolares. Igualmente, aseguran haber detenido a 415 personas por tráfico de estupefacientes desde el año 2006, fecha en la que se puso en marcha el Plan Estratégico de Respuesta Policial al Tráfico Minorista y Consumo de Drogas en los colegios e institutos.

Según este cuerpo de seguridad, sólo durante el primer trimestre del actual curso escolar se han realizado más de 35.000 dispositivos de vigilancia en instalaciones escolares de todo el territorio nacional, centrados principalmente en las horas de entrada y salida de los alumnos.

Un control del tráfico de drogas que ha tenido su reflejo en el descenso del consumo de cocaína y éxtasis entre los jóvenes españoles, que se ha situado en los niveles más bajos desde 1996, según refleja la Encuesta Estatal sobre el Uso de Drogas en Enseñanzas Secundarias.

De forma paralela a los dispositivos de vigilancia, los delegados policiales efectuaron en el mismo periodo más de 3.000 encuentros con personal docente, asociaciones de padres y madres de alumnos y escolares con el único objetivo de abordar aquellos problemas de seguridad y convivencia que más preocupan a la comunidad educativa. De este modo, los centros educativos cuentan con un enlace policial al que pueden recurrir si detectan algún caso de acoso escolar, vandalismo, robos, hurtos, agresiones, bandas violentas, consumo o tráfico de estupefacientes, abusos o agresiones sexuales o comportamientos racistas.