La Universidad de Málaga ha invertido 510.400 euros en la compra de un ultrasecuenciador de ADN, que será instalado en el edificio de Bioinnovación que la institución académica tiene en el PTA. Sólo hay un aparato igual en España y su contratación situará a la UMA a la vanguardia en la investigación biomolecular y bioquímica, según explicó el vicerrector de Investigación, José Ángel Narváez. Este ultrasecuenciador, entre otras cosas, es capaz de detectar proteínas nocivas, por ejemplo, en tumores, lo que podría permitir que los tratamientos oncológicos no sean tan agresivos y se limiten a combatir las células cancerígenas y no otras.

Narváez señaló que la UMA sólo ha tenido que aportar el 30% del dinero necesario para el suministro, la entrega y la instalación de este equipamiento tecnológico, ya que el 70% restante procede de los fondos europeos FEDER.

Esta unidad permitirá tanto el análisis de fragmentos pequeños de ADN, útiles para secuenciar especies ya conocidas, como utilizar fragmentos más largos que permiten secuenciar genomas enteros y desconocidos.

Además de en biomedicina y medicina molecular (como trabajos en torno a la leucemia linfática crónica y otros estudios en oncología), los servicios científicos y técnicos que ofrece tendrá también aplicaciones en la investigación medioambiental. "Es un aparato que sirve para secuenciar proteínas de un peso molecular determinado", señaló el vicerrector de Investigación, que, sin embargo, precisó que las aplicaciones clínicas aún son mínimas.

Para hacerse con este equipamiento, la UMA ha convocado un concurso público que fue anunciado en el Diario Oficial de la Unión Europea.

El Centro de Regulación Genómica de Barcelona, inaugurado en 2002, dispone del otro ultrasecuenciador de ADN que existe en España. Esta unidad es el equipamiento estrella de este centro, una infraestructura científica que sirve de punto de encuentro a investigadores de diferentes disciplinas, y que además de los grupos del propio centro, cuenta con 46 clientes externos, entre ellos diferentes universidades, hospitales y empresas.

La UMA podrá contar con este aparato en un plazo de 60 días, según publicó ayer el BOE.