El Plan Especial del Puerto de Málaga para integrar los muelles 1 y 2, en desuso para la actividad portuaria, en la ciudad ha tenido hasta siete versiones distintas, la última de hace apenas unos meses con la aprobación de más modificaciones en este proyecto.

Entre los años 2000 y 2004 se vivió la etapa de mayores cambios y alteraciones sobre un acuerdo para renovar el Puerto aprobado en 1998 y que, a priori, era definitivo.

Es complicado determinar en qué punto se empezaron a estropear las cosas. De entrada, desde que se empezó a hablar de integrar el Puerto en la ciudad y se llegó a impulsar pasaron seis años, de 1989 a 1995, cuando llegó Celia Villalobos a la alcaldía de Málaga. La coincidencia del PP en el gobierno municipal y en el Gobierno –a partir de 1996– fue fundamental para desbloquear el plan, que se aprobó por unanimidad en 1998 en un pleno del Ayuntamiento.

A partir del año 2000 empezó el baile de verdad. Seis proyectos. Ni más ni menos. Un número obscenamente alto para los seis años que van desde que se aprobó el primero y se consensuó el definitivo. La razón era de peso, eliminar el multicine en la esquina entre los muelles 1 y 2, que planteaba una altura de 19 metros que representaban una pantalla visual mayor que el viejo silo. La entrada de la financiación pública en el muelle 2 permitió reducir la ambiciosa apuesta privada por otra más moderada, que arriesgaba menos inversión pero ocupaba menos terreno. Es la actual que está en plena obra y limitada sólo al muelle 1.