La guerra contra la delincuencia organizada sigue abierta. De esta batalla saben mucho los agentes de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) de la Costa del Sol, grupo de élite de la Policía Nacional que ya ha arrojado datos sobre su actividad durante el año pasado.

El balance de 2009, al que ha tenido acceso La Opinión de Málaga, revela un importante aumento de detenidos respecto al año anterior, pasando de los 303 arrestados en 2008 a los 407 que dieron con sus huesos en el calabozo durante el ejercicio pasado. Son 104 más, que suponen un aumento del 34 por ciento y que dan una idea de la inquietud de este grupo policial a lo largo y ancho de la Costa del Sol.

Al igual que el año pasado, el grueso de los detenidos lo forman extranjeros, sumando éstos un total de 260 personas frente a los 146 detenidos de origen español. El balance revela que la nacionalidad extranjera más representada es la colombiana (37), seguida de la marroquí (30) y la británica (24). Francia, Rumanía e Italia, con 19, 17 y 12 detenidos, respectivamente, continúan la lista de nacionalidades.

Estrategia

Fuentes de la cúpula policial explican que el importante aumento de detenidos nada tiene que ver con una mayor presencia de grupos criminales en dicho periodo. "Nuestra apuesta se está basando en el control selectivo de personas asentadas en la Costa del Sol y que tienen la etiqueta de delincuentes en otros países", explica un alto mando, quien añade que éstos no tienen por qué estar delinquiendo. "Pueden estar aquí con sus ´negocios´ o simplemente buscando refugio. En el primer caso los detenemos y en el segundo, también. Informamos a los países que pueden estar buscándolos", explica el agente. Según la Policía, este intercambio de información suele acabar con órdenes europeas o internacionales y con los delincuentes esposados en un avión.

La Udyco asegura que el abanico de delincuentes que fueron entregados el año pasado a sus respectivos países cubren un amplio abanico de perfiles. Sicarios, pedófilos, estafadores, mafiosos y narcotraficantes de talla internacional son algunos de las ´perlas´ que desde el año pasado no comen espetos ni boquerones en un chiringuito. "Queremos la Costa del Sol limpia", sentencia el agente.