Los operarios de la grúa municipal secundaron ayer al "cien por cien" la primera jornada de huelga, según la CGT, el sindicato convocante, datos que no tuvieron réplica por parte de la empresa, la Sociedad Municipal de Aparcamientos y Servicios (Smassa).

La huelga, que se desarrolló entre las 8 de la mañana y las 12 del mediodía, tuvo cierta incidencia en el trafico de la capital por la impunidad de los coches aparcados en doble fila.

También destacó el aumento de los vehículos que obstruían vados, lo que provocó muchas llamadas. Así, los servicios mínimos, dos grúas por servicio, atendieron especialmente la retirada de vehículos que taponaban los vados.

La protesta careció de incidentes, según el responsable sindical de la CGT, Manuel Lima, si bien efectivos de la Policía Nacional y la Local acudieron a primera hora ante la puerta del depósito de vehículos, llamados por la dirección de la empresa que temía, sin razón, que no se atendieran los servicios mínimos.

La huelga está convocada en protesta por la implantación de la grúa exprés, un nuevo método que supone que no hace falta la presencia directa de la Policía Local.

Los gruistas protestan igualmente por la "inseguridad" que el nuevo sistema les genera y por las presiones que dicen recibir de los jefes para que retiren más vehículos.