La Asociación de Superdotados de Málaga (ASA) trabaja para que la ciudadanía elimine los mitos que existen alrededor de la sobredotación. José Luis Sánchez Piñero es su presidente y llega a entender que la sociedad no comprenda que tener altas capacidades intelectuales pueda llegar a ser un problema. ASA colabora con los padres que no saben cómo actuar ni a quién dirigirse.

¿Tienen en la asociación una estimación de cuántos niños superdotados estudian en la provincia de Málaga?

Aunque la asociación mantenga su nombre primitivo, preferimos hablar de niños con altas potencialidades o altas capacidades intelectuales. Si estimamos que el 2,2% de la población tiene sobredotación, en la provincia de Málaga es posible que haya más de 20.000 niños, de entre 5 y 16 años. Sin embargo, sólo se detectan el 0,6% de los casos. Es, sin duda, la asignatura pendiente. Y lo que es peor, no todos los niños que son detectados son luego atendidos correctamente.

¿Cómo pueden saber los padres que tienen un hijo con alta capacidad intelectual?

No es fácil, aunque existen una serie de rasgos que ayudan a detectar estos casos. De hecho, los padres son los primeros que perciben, de forma bastante acertada, que su hijo posee peculiaridades especiales y perciben que son muy maduros para su edad. Son niños que buscan información solos, aprenden a leer o a identificar números y símbolos sin que nadie les enseñe. Lo quieren saber todo, preguntan mucho, sienten una gran curiosidad... Realmente agotan, porque no paran de aprender cosas nuevas. Además, muestran una gran sensibilidad ética sobre los problemas del mundo, la muerte, Dios, el origen de la vida... y desde edades muy tempranas.

Esta iniciativa por aprender, esta autonomía e interés, ¿tiene su correspondencia en clase?

En absoluto. Al contrario. Hay veces que estos niños tienen bajo rendimiento escolar, se aburren en el aula y su autoestima es muy baja. Lo último que pensarías es que es superdotado. En otras ocasiones, son alumnos brillantes, exitosos, con rendimiento escolar satisfactorio y bien integrados en el aula. Son niños modelos, pero son muy pocos. Por eso hay tan pocas detecciones.

¿Cuántos tipos de alumnos con sobredotación intelectual puede haber en las aulas malagueñas?

La tipología es muy amplia. Además de los descritos, también hay niños superdotados con déficit específicos asociados, con dificultades de aprendizaje; los que son culturalmente diferentes, vienen de fuera, tienen la barrera del idioma y necesitan adaptarse; luego están las niñas, que ocultan sus potencialidades porque anteponen las relaciones personales y no quieren destacarse; o los que son desafiantes y creativos, los que llegan a molestar en clase y ponen en entredicho la autoridad del docente.

¿Qué pasa cuando se detecta que un niño es superdotado? ¿Qué puede hacer su profesor para ayudarle y sacar partido de sus potencialidades?

Depende de cada profesor. A algunos se les viene el mundo encima y otros se alegran al encontrar una joya así con tantas ganas de aprender. Creemos en la adaptación curricular para garantizar la correcta integración del alumno en el aula. El profesor debe adecuar el programa académico a sus necesidades, introduciendo actividades complementarias e incluso nuevos contenidos que capten su atención y enriquezcan su aprendizaje. Pero, la presión del programa académico es grande. Primero quieren terminar lo que hay que dar y luego, si hay tiempo, se dedican a estos niños. Para un profesor resulta difícil, porque no tienen suficientes medios.

¿Y la promoción de curso en función de los conocimientos del niño, y no por la edad?

Consideramos que el sistema de aceleración de curso instantáneo serviría para motivar a estos alumnos, siempre que el niño no tenga problemas emocionales y responda bien. Debe ser lo suficientemente maduro para no sentirse aislado en medio de compañeros más mayores.

¿Estos niños reciben la ayuda que necesitan?

Los niños superdotados también necesitan ayuda, aunque la gente no se lo crea. La sociedad siempre suele identificarse más con el débil, con el bajo más que con el alto. Y si hay que echar una mano a alguien, a priori está claro a quien. No queremos compararnos con quienes tienen bajas capacidades, pero lo que en principio no es un problema, la sobredotación intelectual sin ayuda sí que puede convertirse en una barrera infranqueable.