El ex presidente del Gobierno y presidente del Grupo de Reflexión para el futuro de la Unión Europea (UE), Felipe González, afirmó hoy que el rechazo de Cajasur a la fusión con Unicaja es un "mal ejemplo" para el proceso de reestructuración financiera que España debe acometer.

González, quien hoy clausuró el II Foro para el Debate de las Ideas organizado por la Universidad de Almería, advirtió de que España "no puede perder más tiempo" en la reestructuración de su sistema financiero porque corre el riesgo de pasar de tener el sistema "más sano", o "el menos malo", a tener mayores dificultades que el resto de Europa.

Insistió en que "hay que darse prisa" en esta reestructuración, y por ello consideró que el rechazo de la cordobesa Cajasur a la fusión con la malagueña Unicaja es un "mal ejemplo", que las autoridades del Banco de España deberán convertirlo en un "buen ejemplo" con la ayuda del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB).

A este respecto, instó a las comunidades autónomas que han presentado ante el Tribunal Constitucional un recurso contra el FROB -Cataluña, Extremadura, Galicia y Madrid- a que lo retiren "cuanto antes" para no entorpecer su aplicación y, por tanto, el saneamiento y reestructuración del sistema financiero.

González dijo que hay que dejar atrás los intereses políticos de carácter autonómico y proceder "ya" a la reestructuración; "El problema de competencias se puede discutir después", subrayó.

Asimismo, el ex presidente del Gobierno opinó que las fusiones intrarregionales a veces tienen "poco fundamento", y afirmó que es un "disparate" defender este tipo de integraciones frente a las operaciones interregionales por el único interés de "retener" las entidades en un determinado territorio.

Durante la conferencia pronunciada en el Auditorio de la Universidad de Almería, González habló de las líneas generales del informe que el denominado "Grupo de Sabios" ha elaborado por encargo de la UE, y que será presentado de forma oficial el próximo 17 de junio.

El ex presidente del Gobierno afirmó que la política europea "está dramáticamente golpeada por la crisis" y "distraída" del fenómeno de la globalización.

No obstante, aseguró sentirse, "por primera vez, bastante menos preocupado" porque la UE, "aunque sea a rastras", está tomando medidas para afrontar la crisis.

González remarcó la necesidad de acometer la "reforma inmediata" del sistema financiero europeo -que no tiene por qué pasar por la "hiperregulación, sino por una regulación "simple y eficiente"- para evitar que vuelva a producirse una crisis similar dentro de "seis o siete años".

Además, insistió en que Europa debe incrementar su productividad con una mayor apuesta por la Investigación, el Desarrollo y la Innovación (I+D+i) y vinculando la retribución de los trabajadores a dicha productividad.

Otro de los problemas estructurales identificados en el informe es de carácter demográfico, puesto que la población activa europea contará previsiblemente con 70 millones de personas menos en 2050.

Por ello, Felipe González dijo que hay que "incorporar muchas más mujeres a la población activa ocupada" y lograr que "tener un hijo no sea un obstáculo a su carrera profesional", así como establecer que la jubilación sea "un derecho, y no una obligación".

Por último, el ex presidente del Gobierno advirtió de que en un futuro próximo no habrá suficiente energía fósil para atender la demanda mundial, por lo que la "sostenibilidad de Europa" pasa por el ahorro de energía y la diversificación de fuentes.