La mayoría de los sindicatos con delegados en la mesa sectorial de Educación, salvo CCOO y ANPE, y los que no cuentan con representación, se han unido en una plataforma en contra del nuevo Reglamento de Organización de los Centros (ROC) y las nuevas funciones que reserva a los directores de los colegios e institutos. Estos sindicatos consideran que el poder que van a asumir es «desproporcionado» y, por ello, iniciarán una serie de movilizaciones para tratar que la Consejería de Educación dé marcha atrás y revise el tercer borrador, que ya ha pasado el filtro del Consejo Escolar de Andalucía y está a la espera de superar el del Consejo Consultivo, antes de ser publicado en el Boletín Oficial de la Junta (BOJA).

La plataforma está compuesta por UGT, CSID-CSIF, SADI, USTEA, CGT y Apia. Aseguran que con el ROC el director ejercerá «la dirección pedagógica, escamoteando esta competencia a los departamentos didácticos y al claustro». Nombrará las jefaturas de departamento, «ejercerá una amplia potestad disciplinaria, propondrá requisitos de especialización para puestos de trabajo docentes y tendrá competencias para cubrir las sustituciones», explican.

Según estos sindicatos, «el claustro pierde la potestad de aprobar los criterios pedagógicos para la elaboración de los horarios de alumnos y profesores, así como la de planificar las sesiones de evaluación».

La secretaría de Enseñanza de UGT en Málaga, Teresa Blanca, explica que estos sindicatos entienden que estas nuevas atribuciones a los directores pueden ir en detrimento de los derechos laborales de los profesores. El portavoz de Apia en Málaga, Gonzalo Guijarro, va más allá y afirma que los directores podrían aplicar «medidas inquisitoriales», si quisieran.