La Guardia Civil ha detenido a siete personas e imputado a otras tres como presuntas integrantes de una organización que robó a medio centenar de empresas y gasolineras de Andalucía mediante el procedimiento del butrón.

Un comunicado de la Guardia Civil informa de que en la "Operación Galápago" fueron detenidos en la provincia de Málaga siete albano-kosovares, presuntos integrantes de un grupo dedicado al robo en empresas de polígonos industriales y estaciones de servicio de las ocho provincias andaluzas excepto Huelva, de donde se llevaron objetos valorados en unos 400.000 euros.

Otras tres personas han sido imputadas por dar cobertura y facilitar infraestructura a los detenidos, a los que una empresa de alquiler ilegal les proveía de los vehículos que utilizaban para los robos, y además se han descubierto nueve zulos en el monte donde los detenidos guardaban el material empleado.

Las investigaciones se iniciaron en febrero pasado, tras detectar la Guardia Civil un importante incremento de robos en empresas y estaciones de servicio de Andalucía.

A través de diversas vías de investigación, las sospechas se centraron sobre personas afincadas en localidades de la provincia de Málaga, por lo que se estableció sobre ellas un dispositivo de vigilancia que facilitó la identificación de la totalidad de los miembros del grupo.

Días antes de llevar a cabo la acción delictiva, en horario diurno, los miembros de la organización estudiaban los sistemas de alarma, vías de acceso y huida o cualquier otro detalle de la zona donde iban a cometer el hecho delictivo.

Los lugares seleccionados para el robo eran principalmente naves industriales y estaciones de servicio ubicadas en zonas rurales de las provincias de Granada, Córdoba, Sevilla, Jaén, Cádiz, Almería y Málaga.

El grupo, con gran movilidad geográfica, alquilaba vehículos a una empresa de alquiler ilegal, que se los facilitaba mediante contratos falsos, asegurándoles así la impunidad en caso de tener que abandonarlos al ser interceptados por la Policía.

En horas de madrugada, valiéndose de palanquetas, mazas y martillos percutores, los ladrones practicaban butrones en paredes o techos, accedían al interior de las empresas seleccionadas y desde estas a las colindantes, donde se apropiaban del dinero existente en cajas de seguridad, máquinas registradoras u otros objetos de valor.

En una ocasión, los detenidos llegaron a efectuar hasta cinco butrones para acceder a la caja de seguridad de una entidad bancaria.

Si la caja les ofrecía mucha resistencia era trasladada a descampados, donde los acusados procedían a su apertura, explica el comunicado.

La Guardia Civil realizó seis registros domiciliarios y descubrió nueve zulos, donde intervino herramientas, ropa y calzado apropiado para este tipo de robos, material electrónico, radiotransmisores e inhibidores de frecuencia.