La hoy decadente calle Carretería posiblemente sintetice lo que actualmente es el Centro Histórico. En ella podemos encontrar testimonios con siglos de antigüedad como los restos de la antigua muralla y edificios de los siglos XVIII al XXI. Fue la muralla medieval la que definió el trazado curvado que perdura en la actualidad y le imprime personalidad. Ésta también le confirió un sentido de límite, más psicológico que real y que posiblemente ha perjudicado al conjunto de nuestra ciudad a efectos de conservación de su patrimonio. Estudiosos de Málaga como Guillén Robles veían la muralla (calle Carretería ) como el límite a nuestra ciudad. Los restos fenicios, romanos y árabes aparecidos en los que fueron los arrabales ya consolidados en la época nazarí, y el posterior desarrollo urbano tras la Reconquista en la zona oeste de Carretería (Barrios de San Rafael y Goleta) , además de los hoy prácticamente arrasados Perchel , Trinidad o Capuchinos deberían haber dado a Carretería un papel de eje central y nunca de límite. Sin embargo a finales de los 70 se seguía considerando a Carretería límite del centro de la ciudad y casi del casco histórico lo que provocó que el Centro Histórico fuese incoado Conjunto Histórico en 1985 con Carretería como límite por el oeste. Esto ha producido el efecto negativo de hacer pensar a algunos que nuestro centro era pequeño, algo falso, y lo peor, dejar prácticamente sin protección a buena parte de nuestro casco histórico, que ha ido desapareciendo lentamente.

Centrándonos en Carretería vemos como se ha producido el proceso especulador y destructivo que también ha afectado al resto de la ciudad histórica. La que fue una de las más bellas e importantes calles malagueñas empezó su decadencia a finales de los 60. Un proceso lento y premeditado, que ni la sociedad ni la Administración han querido o sabido detener. Hasta bien entrados los 70 Carretería era una calle llena de vida, con una bella y armoniosa arquitectura decimonónica y con un variado comercio. Los inquilinos de la mayoría de edificios empezaron a recibir presiones; lo que hoy se conoce como acoso inmobiliario: cortes de agua, deterioro de los inmuebles, falta de mantenimiento. Eso hizo que poco a poco fueran trasladándose a las nuevas barriadas que por entonces se construían. El deterioro fue aun mayor en las calles del entorno. Así por los años 70 se construyeron algunos de los mayores ejemplos de desastres urbanísticos como el edificio de ladrillo visto de 10 plantas en la esquina con Tejón y Rodríguez, al que de forma vergonzosa le ha crecido una planta más en los últimos años. El otro engendro de la época es el aparcamiento de 10 plantas en el límite con Dos Aceras. Pero en este muestrario arquitectónico que es Carretería tenemos mucho más: andamios eternos como el que lleva años anunciando la construcción del edificio Antinoo, plazas como la de San Pedro de Alcántara, en otros tiempos bellísimas y hoy tristemente conocida por los más jóvenes como la plaza de mierda a pesar de haber sido diseñada por los prestigiosos Cirilo Salinas y Jerónimo Cuervo. Los andamios de la parte trasera de los edificios de la Plaza del Teatro la hacen intransitable. También han sido desafortunados pastiches como el del Hotel Tribuna y modernos edificios de dudosa calidad y estética como la sede del Instituto de la Juventud. Pero a pesar de todo el balance sigue siendo positivo y Carretería conserva bellísimos edificios de los siglos XVIII y XIX como el Palacio Valdeflores, sede del Servicio Provincial de la Mujer o la casa nº 12 de Joaquín Rucoba con un elegante y armonioso juego de balcones y cierros del XIX. También tenemos que alegrarnos por la recuperación de las pinturas murales del siglo XVIII en el nuevo edificio de la esquina con Postigo de Arance, realizado por Quibla Restaura y en el que entre columnas y arquitectura fingida destaca el escudo de la Orden de los Dominicos. Por ultimo una llamada de atención sobre uno de los más bellos edificios de la calle, el nº 68. De gran prestancia, destaca su portada en piedra, su cierro central y sus bellos balcones de forja. Su estado de semiabandono nos hace temer lo peor. Hay que recuperar Carretería como eje central de la zona oeste del Centro lo que tendría un efecto similar al de Larios y sus aledaños. Conservar y restaurar los edificios señoriales que aún quedan y darle una prioridad peatonal harían de ella de nuevo uno de los mejores espacios de nuestra ciudad.

*Salvador García Aranda es presidente de la asociación en defensa del patrimonio Málaga Monumental