Los restos romanos que hay bajo el futuro Museo Thyssen llevan inundados de agua casi seis meses, lo que ha obligado a continuar la obra del resto de la pinacoteca y dejar en suspenso los trabajos para acondicionar estos restos arqueológicos para ser visitados. De hecho, la finalización del museo sigue prevista para finales de este año, excepto el sótano que se retrasará.

El alto nivel freático en la zona, provocado por las inusuales lluvias vividas durante el pasado invierno, es la causa de la inundación permanente que sufren los restos arqueológicos, compuestos fundamentalmente por viviendas romanas y piletas para la fabricación del garum. El director de la obra del Museo Thyssen, José María Gómez Aracil, explicó que el nivel freático «ha subido por las lluvias, que han tenido una constancia que no se vivía desde hace años y era imprevisible». Gómez Aracil apuntó también que los constantes desembalses del Limonero han ayudado a que las aguas subterráneas estén a un nivel superior de lo normal y hayan inundado los restos. «Era imposible prever esto en los estudios geotécnicos, porque se salen de cualquier medición», añadió el responsable del proyecto.

Esa situación ha obligado a paralizar los trabajos de preparación de los restos para ser visitados, como estaba previsto. No obstante, José María Gómez Aracil aseguró que ayer se celebró una reunión técnica en la que se decidió reiniciar los trabajos en el sótano «primero con aquellas actuaciones que se puedan hacer con el agua dentro y sólo retirar ésta cuando sea necesario». «Vamos a tomar medidas para que, aunque se repita esta inundación, que no es lo normal, se pueda remediar», insistió.

El director del proyecto del museo recordó que los trabajos de construcción del museo continúan a buen ritmo y que ahora están centrados en la colocación de las instalaciones eléctricas y de la solería: «Ya se ha puesto en una de las plantas y se está trabajando en la segunda».

La fecha de término de los trabajos en el futuro museo sigue puesta para finales de este año, aunque eso no quita que se pueda continuar con los trabajos en el sótano para recuperar los restos mientras que se inaugura la pinacoteca. La situación del sótano, insiste Gómez Aracil, «no perjudica al museo, porque es una planta con un acceso que está separado del resto del museo y no molesta para la inauguración».

Sobre el posible aislamiento del sótano del nivel freático, el director del proyecto recuerda que la mejor forma de hacerlo es colocando una losa de hormigón en la base, aunque eso sería a costa de los restos arqueológicos. «Nuestra intención es conservar lo que hemos encontrado y prepararlos para la visita», aseguró Gómez Aracil, quien también afirmó que ahora están centrados en «terminar la obra en plazo, independientemente de la evolución del sótano».