El botánico malagueño Alfredo Asensi, gerente de la finca desde hace ocho meses, llega cargado de ideas para dar a conocer más La Concepción y reforzar de paso su perfil de jardín botánico.

Los gerentes anteriores eran todos ingenieros agrónomos, ¿ser botánico puede aportar un enfoque distinto a la hora de dirigir La Concepción?

De entrada esto se llama jardín botánico, esto quiere decir que tengo muy claro lo que es un jardín botánico y he tenido que aprender lo que es gerenciar, porque en la Universidad hacía un tipo de gerencia distinto. Aquí las tres patas son las colecciones de plantas, la investigación y un proyecto educativo importante.

¿Qué trabajos de investigación están haciendo?

Es una investigación que tiene un punto propio de todos los jardines botánicos que es la conservación de la biodiversidad.

Nosotros tenemos el proyecto Fénix para la conservación de plantas amenazadas y endémicas. Lo hemos comenzado a principios de año y está coordinado por los jardines botánicos de España y Portugal. Nosotros llevamos aquí diez plantas amenazadas o endémicas que van desde plantas de Sierra Tejeda hasta las de la Serranía de Ronda para ver la respuesta que tienen las semillas, que nos han mandado de bancos de germoplasma de Andalucía. Y estamos teniendo una dosis estupenda de éxito en el invernadero.

¿Tienen otros estudios en marcha?

Tenemos dos más: lo que estamos implantando ahora es la utilización de plantas naturales en jardinería. Hay una serie de plantas en la Naturaleza que son preciosas y nos estamos gastando mucho dinero en plantas de Holanda, del Congo, de los grandes mayoristas, cuando aquí tenemos la posibilidad de introducir nuestras propias plantas. Y la tercera línea trata de que todos los jardines botánicos hablemos un mismo idioma a nivel informativo: fichas de uso, control y gestión de los jardines, todo en un mismo protocolo.

¿Cómo se encuentra la finca al llegar aquí?

La finca está estupenda. Los dos jardines históricos están cuidados maravillosamente, tanto el de Amalia Heredia como el de los Echevarría-Echevarrieta. Y después los que me han dejado los antecesores como la vuelta al mundo en 80 árboles o la avenida de las Palmeras son colecciones de gran categoría y la ruta forestal está también muy bien.¿Hay novedades?

Estamos terminando la Rocalla de la Biodiversidad, un espacio donde la gente pueda ver la diversidad de plantas que hay en el clima mediterráneo, con plantas de Europa, Nuevo Méjico, El Cabo, Australia, Canarias, Madeira... Está justo detrás de la cafetería. Además, próxima a esa zona, un antiguo kiosco de hierro que se hizo para que la gente se refugiara si llovía lo estamos reconvirtiendo en un pequeño invernadero con plantas insectívoras, bromeliáceas, plantas epífitas y orquídeas. Va a quedar muy bonito.

Cuentan además con una reciente donación de cáctus.

Son 250 especies de cáctus del género Mammillaria y en el mundo hay datadas 350 especies de este género.

¿Quién fue el donante?

Un inglés que vive cerca de Guadix se puso en contacto con

nosotros porque se iba a Inglaterra. Al día siguiente fuimos y nos las trajimos en dos viajes. Además nos ha dado los libros que ha utilizado para formar la colección, con la procedencia de cada especie y dónde las ha comprado. Le vamos a dedicar a este señor un espacio en nuestra colección de cactus.

En los últimos tiempos, la casa palacio se ha restaurado y está a punto de finalizar la casa del administrador.

La casa del administrador ha sido la mejor herencia que me han dejado. Había un dinero ya liberado para rehabilitación y he podido readaptar la casa. Vamos a disponer de una sala de exposiciones, un centro de interpretación que cuente la historia del jardín y al mismo tiempo contar lo que se hace. Además, habrá un aula para atender a niños y no niños para que hagan talleres. ¿Se puede decir que en Málaga se conoce poco el jardín?

Hay un 40% de malagueños que no saben que esto existe. A esto hay que añadir el problema de comunicaciones.

A este respecto, el acceso peatonal es demencial, todavía sin aceras durante un kilómetro.

Sí, el acceso peatonal lo emplean en su mayoría extranjeros que se la juegan, pero creo que tendremos suerte porque esta zona quedará en un núcleo de conexiones de las rondas de incorporaciones que Fomento ya tiene diseñado. Y si alguna vez viene enfrente el colegio de Los Maristas, eso mueve seguro una línea de autobuses.

Hablando de colegios, siguen siendo de los visitantes más fieles de La Concepción.

Casi todos los niños de las escuelas de Málaga y provincia pasan por aquí. El jardín hace una labor educativa impresionante y ahora queremos retomar las clases de Botánica para profesores.