La Escuela Oficial de Idiomas de Málaga se ha visto desbordada un año más por la avalancha de peticiones recibidas, aunque, en esta ocasión, ha batido todos los récords. La falta de plazas ha obligado a la dirección del centro ha excluir a casi la mitad de los solicitantes, en total 7.301, casi 1.400 más que el año anterior, según Modestina Romero, la directora de la EOI de Málaga, que achaca este aumento de los aspirantes a estudiar una lengua extranjera al elevado número de desempleados que hay en la capital, y que quieren aprovechar su obligado tiempo libre para ampliar su formación aprendiendo un idioma.

«Hemos tenido que dejar fuera hasta a 30 personas que querían estudiar portugués, lo que nunca antes había pasado. Algo parecido ha ocurrido en italiano, un idioma que además está de moda, o japonés, cada vez más demandado por los jóvenes, sobre todo los aficionados a los manga», señala Romero.

El plazo para presentar las solicitudes se prolongó durante todo el pasado mes de marzo. Hoy comienzan las matriculaciones, hasta el próximo 10 de julio, y en lista de espera hay 3.110 aspirantes, aguardando a que alguno de los alumnos que han logrado una plaza, se arrepientan y finalmente no formalicen su inscripción.

La crisis económica, que lleva a los que están en paro a emplear su tiempo tratando de ampliar y mejorar su formación en busca de otras oportunidades laborales, también tiene su incidencia en estos estudios, que no son obligatorios. Aunque la falta de espacio se hacía ya evidente en años anteriores, en esta ocasión, la avalancha de peticiones es sintomática de que la capital necesita una segunda Escuela Oficial de Idiomas (también hay en Marbella, Vélez y Antequera).

En cada clase se admite a 30 alumnos, aunque en algunos casos, se aumenta la ratio para poder dar respuesta, de alguna manera, a la gran demanda existente, aunque a todas luces sigue siendo una medida insuficiente.

Romero señala que este año también han tenido que ser excluidos hasta aspirantes a dar clases de idiomas por las mañanas. «Son alumnos a los que cuidamos mucho, porque suelen ser adultos», precisa.

Inglés, el más demandado

El caso más significativo es, sin duda, el inglés. Según la directora del centro, este año se han recibido 4.503 solicitudes y han tenido que ser rechazadas casi el 57%. El porcentaje de alumnos excluidos en alemán es similar, el 52%. Sólo han sido admitidos todos los alumnos que habían presentado su preinscripción para aprender ruso, chino y árabe.

¿Qué criterios utilizan las escuelas de idiomas para asignar las plazas? En este caso, el baremo se basa exclusivamente en los niveles de renta familiar y en que el aspirante tengan algún tipo de discapacidad, física, psíquica o sensorial. «En la mayoría de los casos se producen empates y la única manera que tenemos para resolver esta situación es el sorteo», dice Modestina Romero.