Shirley Deasy y Martin Meehan se conocieron hace doce años en Cork, Irlanda, donde residen, y ayer llegaron a Málaga para celebrar su boda el próximo viernes en Torremolinos. Son dos de los turistas que aterrizaron en el Aeropuerto y que forman parte de la primera gran avalancha de personas que pasarán por estas instalaciones durante el verano –sólo este fin de semana se registrarán más de 1.000 vuelos y 183.628 pasajeros– . Junto a ellos viajan su familia y sus amigos, unas 140 personas de Cork, Londres y Manchester.

La elección de esta pareja no fue al azar, según asegura el futuro marido, ya que habían visitado Málaga en otras siete ocasiones y fue su clima y su ambiente lo que les llevó a escoger este lugar para celebrar su enlace, aunque también tuvo mucho que ver el hecho de que la Costa del Sol ofreciera precios más baratos. En total, permanecerán unos treinta días en Torremolinos, desde donde tienen previsto visitar otros municipios como Fuengirola o Marbella.

La fiesta es también lo que ha traído desde Leeds hasta Marbella a Sharon y sus ocho amigas. Se hacen llamar «las gallinas de Nikki», que es el nombre de una de ellas, que se casará el próximo agosto en Inglaterra. Vienen a la Costa del Sol a celebrar su despedida de soltera porque consideran que es el mejor sitio para salir de fiesta. «El tiempo es estupendo y hay muchos lugares donde salir a divertirse. No tenía ninguna duda: quería celebrar mi despedida aquí», dice la futura esposa. Pasarán unos cinco días en Marbella y además de playa quieren desplazarse para conocer los municipios de alrededor.

También procedente de Inglaterra aterrizó ayer en el aeródromo malagueño Janice Moorcroft con su familia. Su destino es Almuñecar, donde ya ha pasado sus vacaciones de verano otros cuatro años. En esta ocasión, estarán una semana en un hotel de la localidad donde encuentran, dice, la tranquilidad que necesitan para descansar del ajetreo diario y volver a su país con fuerzas renovadas.

Trabajo

Entre los turistas que llegaron a Málaga había quien venía por motivos de empleo. Es el caso de Sheridan Mablonghlin, un joven de Holanda que trabajará durante seis meses en la capital como conductor de taxi. No es la primera vez que sale de su país para trabajar, pero esta vez lo hará durante más tiempo. «Estuve buscando empleo durante varios meses y cuando vi esta oferta en Málaga no tuve dudas. Era la oportunidad perfecta para conocer un sitio que me atraía mucho». Mablonghlin llega acompañado de varios amigos. Algunos vienen también a trabajar y otros aprovechan la ocasión para conocer la ciudad durante unos días.

Entre los pocos turistas nacionales que ocupaban las instalaciones del Aeropuerto estaban Jessica San Martín y su pareja. Aunque son de Vitoria, viven en Dublín desde hace varios años y pasarán once días en Marbella en la casa de los padres de él. Su decisión no tiene nada que ver con la crisis, es algo que vienen haciendo desde hace varios años, ya que es una oportunidad para ver a la familia y disfrutar unos días del clima de la localidad. «Hay buen ambiente y no hace tanto calor como en otras zonas costeras», asegura San Martín, quien añade que la subida del IVA no va a afectar en nada a sus vacaciones: «Venimos de una ciudad donde la vida es más cara, así que no lo vamos a notar apenas».

El resto no ha oído hablar de la subida y aterrizaron en el Aeropuerto con el mismo ánimo que todos los años. Todos se sienten atraídos por lo mismo a la hora de elegir su destino: el clima y el ambiente de una Costa del Sol que ayer comenzó a sumar habitantes y que encara la temporada veraniega con cautela pero con la esperanza de mejorar las cifras de 2009. El sector espera estancias más cortas y menor gasto y confía en que la llegada de turistas nacionales salve el verano.