La Guardia Civil desarticuló el pasado viernes una organización que introducía droga de «gran pureza» desde Colombia hasta Europa, y que actuaba en Tenerife, Melilla, Málaga y Almería. La operación Mar del Sur se saldó con la detención de 10 personas, de los que siete tenían nacionalidad española, uno alemán, un uruguayo y un lituano.

Los agentes se incautaron además 2.666 kilos de cocaína tras interceptar en alta mar un velero de bandera española que zarpó de la isla de Tenerife al encuentro de otra barca nodriza procedente de Sudamérica, siendo Europa el destino final de la carga, a través de Marruecos.

También se han intervenido 1.280 kilos de hachís, un velero de 14 metros eslora, una pistola con munición, una máquina de contar billetes, cinco vehículos de alta gama, dos teléfonos vía satélite, un GPS Plotter de navegación marítima y abundante documentación. Para ello, se realizaron siete registros domiciliarios, de los que dos se hicieron en Almería, otros tantos en Tenerife y en Melilla, y uno en Málaga.

A su vez, se han bloqueado 118 productos bancarios, gran cantidad de tarjetas de crédito y débito, así como siete inmuebles en Melilla y cuatro en Almería. El Instituto Armado lo considera como el «mayor alijo» de cocaína que intentaba ser introducido por esta vía y uno de los «más importantes» de los últimos años.

Con la ayuda del velero Lulú

Las investigaciones se iniciaron a finales del pasado año, tras decubrir que una organización dedicada al tráfico de estupefacientes entre el norte de África y las costas españolas estaba organizando el traslado de «importantes» cantidades de cocaína, por vía marítima, desde Sudamérica a Europa.

Tras las primeras investigaciones, los agentes pudieron establecer que el jefe de la organización y su lugarteniente buscaron por distintos lugares de las islas Canarias el lugar idóneo para introducir la droga. Seguidamente, el cabecilla de la organización realizó un nuevo viaje a Sudamérica, donde se concretó el modo de introducir la cocaína, además de viajar a un país de la Unión Europea para buscar la financiación necesaria. A su regreso a España contactó con un patrón de embarcaciones afincado en Málaga.

Además, los agentes tuvieron conocimiento de que el traslado de la droga desde alta mar hasta la costa correría a cargo de varias personas con conocida experiencia en el tráfico de hachís y que lo harían mediante embarcaciones neumáticas, para lo que, en esta ocasión, adquirieron una embarcación de tipo velero, con bandera española y de nombre Lulú, que acondicionaron para una larga travesía.

Así, se descubrió que el 20 de junio el velero inició la navegación, saliendo de Tenerife y tomando rumbo sur-oeste. A unas 500 millas de El Hierro, en su cuarto día de navegación pudieron realizar el trasbordo desde una embarcación nodriza.

Finalmente, fue el pasado 28 de junio cuando la embarcación Sacre de la Agencia Tributaria realizó el abordaje del Lulú, en el que se intervinieron 93 fardos de cocaína y se escoltó el velero hasta el puerto de Santa Cruz de Tenerife.