Los cargos públicos malagueños han recibido hace unos días su primera nómina de crisis. Es cierto que no van a acabar en la indigencia, pero el recorte se deja sentir en los salarios anuales con una reducción que oscila entre el 15% y el 7%, en función del cargo que ocupe y si tiene responsabilidades de gobierno o está en la oposición.

Las rebajas más importantes se han producido en el Ayuntamiento de Málaga y en la Diputación Provincial, con un ahorro anual de 144.000 y 460.000 euros, respectivamente. A estos se une la rebaja de los once diputados al Congreso, con una reducción bruta de 48.136 euros sobre el sueldo base y los 72.012 euros ahorrados por los quince parlamentarios andaluces.

La cifra total apenas sobre pasa los 724.000 euros, una gota en el tremendo mar del déficit del Estado y apenas un 0,0047% de los 15.250 millones de euros que el Gobierno quiere reducir del déficit en dos años. Un granito pequeño, pero necesario.

El cálculo se realiza sin tener en cuenta los complementos que reciben algunos cargos electos en el Congreso y el Parlamento Andaluz, como son por desplazamiento de la provincia de origen –que no están afectados– o por ejercer una portavocía, por ejemplo.

El ahorro, trasladado a inversiones, no darían para construir mucha hiperronda, si acaso dos centros sociales y reponer dos veces los asientos del Palacio de Deportes Martín Carpena.