El consejero de Turismo, Luciano Alonso, lo tiene claro. Las recetas que deben presidir la actividad turística son la calidad, la excelencia y la innovación. Para impulsar estas tres líneas de acción, el consejero malagueño ha diseñado proyectos como el primer laboratorio de inteligencia turística de Andalucía, la comunidad virtual, un nuevo plan de calidad, una reorientación total del plan de marketing o una apuesta decidida por crear nuevos productos turísticos interviniendo en el territorio. No es partidario de dar previsiones cerradas para este verano, pero se muestra convencido de que será mejor que el anterior. Hasta ahora los datos avalan esta tesis. Andalucía es la comunidad española que más ha crecido en turistas internacionales y mantiene su liderazgo en el turismo nacional.

¿Cómo contribuye la industria turística para paliar la crisis?

El turismo es una fuerza motriz y los datos confirman que es una de las principales locomotoras de la recuperación económica. Todos sabemos que en ciclos de bonanza, el turismo contribuye a enriquecer y valorizar los territorios; que en ciclos de crisis, ayuda de forma extraordinaria a contener la caída de la economía; y en periodos de recuperación, es fuerza motriz y locomotora para impulsar la regeneración de la actividad económica y la creación de empleo. Durante la actual crisis hemos aprendido que el único motor que actualmente puede imprimir cierto crecimiento viene de la mano de las exportaciones. Y dentro de éstas, a nadie se le escapa que la industria turística es uno de los mayores proveedores de bienes y servicios al exterior. Por tanto sería contraproducente no apoyar a esta industria en estos momentos y no confiar en sus posibilidades, que son enormes en la Costa de Sol y en Andalucía. Los datos están ahí.

¿Ha cambiado la crisis la actividad de la industria turística?

Veamos, en época de crisis está claro que hay que superar viejos esquemas. Gestionar en tiempos de crisis implica cambiar la forma de pensar, de actuar, de resolver... Volver a plantear los parámetros que han definido el desarrollo de la industria turística en la última década. Hay que apostar por diseñar nuevas estrategias, más rentables y adaptadas a la situación actual. Y actuar, sobre todo actuar, no permanecer inmóvil y dar respuestas continuas a los desafíos del mercado. Así lo está haciendo el Gobierno andaluz con el impulso de políticas que permitan un pronto regreso a la obtención de resultados positivos. Y el empresariado turístico ha demostrado también su capacidad de respuesta ante esta coyuntura. Saben que la única manera de salir fortalecidos de la crisis es invertir.

Sin embargo se corre el peligro de que con tanto avance perdamos de vista los valores tradicionales del turismo.

Cierto. Tenemos que recuperar la esencia de nuestro turismo, lo que nos hace singulares y nos diferencia. Yo hablaría de que Andalucía y la Costa del Sol tienen un ADN turístico muy marcado. El ADN del sector turístico andaluz tiene como elemento esencial la competitividad de la que siempre ha hecho gala. Y ahora le hemos incorporado la innovación. El ADN de nuestras empresas se concreta en la profesionalidad y en el saber hacer, que han hecho de Andalucía un destino líder a nivel mundial. La atención y el buen trato recibidos siguen siendo los conceptos más valorados por quienes nos visitan. Por tanto, la nueva cultura turística debe recuperar ciertas prácticas y políticas que, por ser tan obvias, hemos olvidado.

¿Cómo se conjuga presente y pasado?

Tenemos unas excelentes escuelas de hostelería que están dando sus frutos, centros de formación... Lo que sí estoy detectando es ahora una mayor sensibilidad de las universidades con el mundo turístico y del mundo empresarial. Un ejemplo es el proyecto conjunto de la universidades de Málaga y Sevilla para la constitución del Campus de Excelencia Internacional que impulsa el Gobierno central. La industria turística no puede permitirse el lujo de prescindir del talento universitario, ni la universidad debe vivir fuera de la realidad de las empresas y sectores, porque ambos nos necesitamos. En este sentido, una de las estrategias que debemos desarrollar es potenciar y retener el talento como clave de competitividad. Las personas son el elemento fundamental de la diferenciación del destino Andalucía, son el alma de nuestra industria. Nuestra misión debe ser atraer, desarrollar y retener ese talento para diferenciar y sostener el nuevo modelo turístico de Andalucía.

¿A qué se refiere cuando habla de una nueva cultura turística de Andalucía?

A la innovación, a la excelencia y a la calidad. Es hora de asumir que el turismo es nuestro mayor soporte económico y de estabilidad. Y nosotros estamos convencidos de que también lo será en el futuro y por ello hemos trazado una hoja de ruta a la que llamamos nueva cultura turística. El gobierno andaluz que preside José Antonio Griñán está invirtiendo como nunca en innovación turística, tanto en la oferta como en la demanda.

Ejemplos.

La estamos aplicando en la intervención del territorio, hemos creado el primer laboratorio de inteligencia turística de España, estamos poniendo en marcha una comunidad virtual turística, hemos cambiado las oficinas de turismo, un nuevo plan de marketing, un plan de calidad... En todos estos elementos de gestión la innovación es el eje sobre los que descansan los demás.

¿Está dando resultados?

Sí. Estamos en el siglo XXI y el turista de hoy es diferente. Hace años se conformaba con que lo tumbáramos en una hamaca, ahora no vale. Quiere vivir nuevas sensaciones, experiencias únicas. Y para ello hace falta una reconversión integral de destinos y espacios turísticos urbanos, que podrían ser asignados de forma competitiva a ayuntamientos o mancomunidades de municipios que presentasen grandes proyectos de rehabilitación integral de un área existente o de desarrollo de áreas nuevas. Otro paso sería la renovación de la oferta de alojamientos, equipamientos de ocio, infraestructuras públicas basados en el uso intensivo de las tecnologías, la sostenibilidad medioambiental y la eficiencia en el uso de los recursos naturales. Y para ello debemos incorporar de forma activa al sector privado.

¿Cómo se mejora la oferta para que el turista de hoy, que es más activo, encuentre alicientes cuando deja su tumbona?

La Consejería le ha dado un cambio radical a los planes turísticos. Nos ha costado convencer a los alcaldes que esas inversiones no son para asfaltar calles o plazas y embellecer su municipio. Se trata de crear nuevos productos turísticos, de incorporar el espacio físico como agente sostenible de la experiencia turística. Teníamos claro que ese el camino que debemos seguir. En Málaga hemos puesto en marcha el plan turístico con la inversión más importante de cuantos hay en Andalucía para mejorar y crear nuevos productos. Lo que pretendemos es que el turista cuando salga del hotel encuentre toda una oferta complementaria de calidad, un entorno cuidado...

¿Qué tal está funcionando el Andalucía Lab?

Bien. El Laboratorio Andaluz de Inteligencia Turística pondrá en marcha en 2010 dos nuevos laboratorios y tres servicios para impulsar la innovación en las empresas del sector en la comunidad. En sus cinco meses de funcionamiento ha superado la mitad del objetivo que se había marcado para su primer año de vida, el cual consistía en prestar sus servicios a unas 5.000 empresas de la comunidad. Los empresarios están respondiendo y saben que en el centro se puede dar solución a sus problemas o mejorar sus productos. Ahora se encuentran a pleno rendimiento la de asesoramiento o consultoría, el Consulting Lab, y el área transversal de transferencia de conocimiento. En cuanto al tercer laboratorio, Demolab, se pondrá en marcha antes de que finalice este año.

No considera una apuesta arriesgada crear una comunidad virtual turística donde los propios clientes puedan dejar constancia de los fallos de nuestra industria.

Es que ese es uno de los objetivos, así conoceremos de primera mano nuestras debilidades para convertirlas en fortalezas. Partimos de la base que hoy en día el turista usa internet para planificar sus vacaciones y Andalucía debe jugar muy fuerte en ese terreno. Hasta ahora sólo hay portales de información turística, pero nosotros damos un paso más, queremos pasar de la información a la compra en un sólo click y conseguir que sean nuestros clientes quienes nos ayuden a promocionar y mejorar nuestro destino.

¿Cuáles son sus objetivos?

Transformar el portal actual andalucía.org en una plataforma de alta calidad que sitúe al turista como centro de la gestión y comercialización, integrando a todos los agentes sociales vinculados a esta industria dentro de una misma experiencia. Otro sería crear un sistema de comercialización que aglutine la diversa oferta turística de nuestro destino, incorporando todos los servicios turísticos que componen el itinerario de viaje de nuestros clientes (alojamiento, restauración, agencias de viajes, coches de alquiler, transportes públicos, oficinas de turismo, museos, actividades complementarias....). Y el tercer objetivo, sería abrir la plataforma al turista, a través de un formato de red social que integre el perfil de los miembros y el contenido generado en ellos y lo vincule con la información oficial, para que la experiencia del usuario sea mucho más rica, prolongada y relevante. Es importante señalar la calidad de los contenidos multimedia de esta plataforma, que va a contar con un innovador reproductor interactivo de vídeo que nos permitirá promocionar y vender nuestro producto y nuestros servicios dentro del marco de las múltiples experiencias que posee y oferta el destino de Andalucía.

¿Qué plazos tiene?

Hemos pisado el acelerador. Adjudicamos el proyecto el 21 de mayo y ya está operativa la estructura de trabajo que desarrolla el proyecto. Queremos que el último trimestre de este año esté operativa la Comunidad con más del 30% de toda la oferta de servicios turísticos de Andalucía incorporados y en el segundo trimestre de 2011 ya estará incorporado casi toda la oferta de contenidos listos para su comercialización.

Los empresarios hoteleros están bajando los precios ante el temor de no llenar sus establecimientos.

No es el camino. El precio no es nuestro factor determinante, es el valor añadido diferencial de nuestra oferta el que nos aporta competitividad. Quiero recordar que menos del 4% de los turistas que nos visitaron en 2009 eligieron nuestro destino por sus precios o que el 60% se alojó en hoteles de 4 y 5 estrellas. No estamos en la liga de Turquía, Marruecos o Túnez. Bajar los precios no parece que sea una medida muy eficaz para el medio y largo plazo, aunque puntualmente por la coyuntura pueda estar funcionando. Diferenciarse a partir de la singularidad, diversidad, calidad, innovación..., sí es una opción para competir. Andalucía cuenta con innumerables recursos turísticos de ámbito cultural, deportivo, natural, gastronómico, negocios, etc., que deben ser comercializados a través de propuestas de valor creativas e innovadoras y sí lo conseguimos, este destino será imbatible.

¿Cómo se presenta el verano?

Los datos hasta el mes de mayo son buenos. Andalucía es la comunidad donde mejor se ha comportado el turismo internacional con un crecimiento del 4,6 por ciento cuando en el resto de destinos competidores está a la baja. Este dato tiene más mérito porque nuestros dos principales mercados, el británico y el alemán, siguen aún sufriendo los efectos de la crisis, pero los dos se están comportando mejor con nosotros que con otras zonas turísticas de España. Además, el turismo nacional sigue apostando por Andalucía y nos hemos volcado para que sigan confiando en las bondades de Andalucía y de la Costa del Sol.