El profesor enfermaba y tenían que pasar tres días hasta que se considerara oficial esta baja y la dirección del colegio pudiera avisar a la Delegación para que se pusiera en marcha la maquinaria en busca de un sustituto. Los plazos llegaban a eternizarse y los alumnos perdían demasiadas clases, ante su desesperación, la de sus padres y la de los sindicatos, que históricamente han demandado mayor agilidad y eficacia en estos trámites. A partir de noviembre, la Consejería de Educación puso en marcha de forma experimental un nuevo sistema que ha servido para dar mayor autonomía al director de cada centro, que podía contratar él mismo a los sustitutos para cubrir estas bajas con mayor rapidez.

El consejero de Educación explicó ayer que las bajas se han cubierto en tres días de media, consiguiendo reducir al máximo el plazo establecido. «A los tres días de producirse una baja, un profesor o profesora sustituto ha acudido al centro para continuar con la programación del curso», señaló. A cada colegio e instituto se le asignó un presupuesto virtual, integrado por un número de jornadas para sustituciones, fijado según su plantilla, para gestionarlo. Si se agotaba y se solicitaba un incremento, era necesario justificarlo.

Cuando se produce una baja, la dirección registra en el programa Séneca (una especie de intranet de todos los centros con su respectiva Delegación) la fecha de inicio y la probable fecha de finalización. Si decide que es necesaria cubrirla, indica la fecha de dicha solicitud. En ese momento se activa una alerta en la Delegación de Educación, que pone en marcha los trámites para la sustitución a través de la bolsa correspondiente. Una vez que se localiza al docente sustituto, se precisa la fecha de incorporación.

Este sistema de trabajo ha permitido que, en aquellos casos de bajas programadas, como operaciones quirúrgicas, que el profesor sustituto estuviera en clase el mismo día que comenzaba la baja del titular. «El modelo de cobertura de bajas, que como estaba previsto se generalizará a todos los colegios e institutos, representa una de las decisiones más importantes a favor de la autonomía de los centros tomada hasta ahora en España», según destacó Álvarez de la Chica.