El Obispado de Málaga comenzará la segunda fase de las obras de rehabilitación de la iglesia de San Felipe Neri el próximo 1 de septiembre, por lo que este templo deberá cerrarse al culto durante el tiempo que duren los trabajos. En principio, el plazo de ejecución previsto es de diez meses. Las obras pretenden acabar con los problemas de humedades que aquejan a esta iglesia barroca, situada en la calle Parras, en el barrio del Molinillo, y que hace unos años también fue sometida a una profunda intervención que afectó a las cubiertas y a la fachada exterior.

En esta oportunidad se va a trabajar en el interior, según precisó Pablo Pastor, arquitecto técnico del Obispado y responsable de las obras. El presupuesto de esta restauración asciende a unos 330.000 euros, de los que el Ayuntamiento de Málaga aportará 143.000 euros a través de una subvención concedida por la Oficina de Rehabilitación del Centro Histórico, informó por su parte Javier Arcas, asesor jurídico de la diócesis malagueña, quien, a su vez, señaló que el Obispado cuenta con todos los permisos de la Consejería de Cultura de la Junta para acometer esto trabajos.

La empresa Obras y Restauraciones Picasso será la encargada de ejecutar esta actuación, que consistirá en la reposición de la solería (para ello se utilizará mármol blanco, negro y rojo) y la renovación de toda la instalación eléctrica y la iluminación así como de la pintura interior de la iglesia. Además, se van a picar las paredes hasta tres metros de altura para eliminar la humedad de los muros y se va a sanear y a acondicionar la cripta que existe debajo del altar mayor, para que en el futuro la parroquia pueda iniciar la construcción de unos columbarios.

Las cofradías que tienen su sede canónica en San Felipe Neri tendrán que trasladar a sus sagrados titulares a otros templos mientras que duren las obras, para que reciban en ellos culto provisional. Más difícil lo tienen Salutación y la Santa Cruz, ya que durante la próxima Semana Santa de 2011, que se celebrará entre el 18 y el 24 de abril, la iglesia aún estará en obras, y estas cofradías salen del interior de San Felipe.

Buscando sede provisional

Ignacio Domínguez, hermano mayor de Santa Cruz, explicó que su cofradía está buscando una alternativa, aunque ya ha recibido dos negativas. «La última vez que dejamos San Felipe dispusimos a la Virgen de los Dolores en su Amparo y Misericordia en una hornacina en la capilla de la archicofradía de la Pasión, en los Mártires, pero esta vez no podremos repetir experiencia, porque está ocupada por la nueva imagen de San Juan de la hermandad», indicó.

Salutación se encuentra en una situación parecida. Su hermano mayor, Antonio Trillo, que se mostró ilusionado por la obra, que calificó de «envergadura» y que servirá para embellecer el templo, explicó que, de momento, la cofradía desconoce dónde podrán recibir culto las imágenes titulares de la cofradía, ni de dónde podrá salir la procesión el próximo Domingo de Ramos. «De momento, las Carmelitas Descalzas nos han dicho que no», explica Trillo. En este convento de la calle Álvarez estuvo la Virgen del Patrocinio hasta que la cofradía encontró sede en San Felipe en 1984. Domínguez confía, al menos, en que si se cumplen los plazos, en Semana Santa se pueda habilitar el templo para permitir la salida de las cofradías.

El caso de la Sangre es diferente, como reconoce su hermano mayor, Mario Moreno, ya que la archicofradía tiene casa hermandad desde la que inicia la procesión cada Miércoles Santo. La Sangre preguntará en la Pastora y en San Dámaso Papa, en El Molinillo. Y la Virgen de los Dolores, de Servitas, se quedará en el salón parroquial, según informaron los hermanos mayores de las demás cofradías filipenses.