Francisco Villalba, director del Servicio de Estudios de Unicaja y consejero delegado de Analistas Económicos de Andalucía, declaró ayer que el proceso de fusiones de las cajas de ahorros es una medida «que debe formar parte de la reforma económica» para salir de la crisis, y en concreto, definió la posible fusión entre Unicaja y Cajasol como «necesaria».

Villalba, que participó en el curso La crisis: un análisis global de la Universidad de Málaga, celebrado en Ronda, destacó también otra serie de reformas, entre las que destaca facilitar el acceso al crédito. «Sin crédito no hay inversión ni empleo, y sin empleo no hay créditos», explicó. «Hay que romper este círculo vicioso».

El directivo sustituyó en el programa del día al presidente de Unicaja, Braulio Medel, quien estaba previsto que participara en el foro. Otra de las medidas más urgentes para Villalba, es la de aumentar las ventas de los productos españoles en el exterior, ya que han caído «mucho más que en la anterior crisis de 1993». Para ello, según el directivo de Unicaja, hay que «mejorar la competitividad productiva y ajustar los precios a los que hay en nuestro entorno», ya que nuestros productos son «un 30% más caros» que los que se fabrican en los países donde se venden. Ofrecer «un plus de mejora de tecnología, de diseño y de calidad» es imprescindible para aumentar estas ventas, según expuso en su intervención.

La recuperación pasaría, además, por acometer «una larga y compleja reforma» de nuestro sistema financiero, social, de pensiones y laboral. «Tenemos que colaborar todos, desde las instituciones y las administraciones públicas hasta las empresas y las familias», añadió. Sin embargo, nuestro país se encuentra con «obstáculos estructurales» que hace que se encuentre en «una situación muy difícil». Estos obstáculos serían «serias rigideces en el mercado de trabajo, un alto endeudamiento en el exterior y una imposibilidad de utilizar nuestro tradicional mecanismo de ajuste». Del mismo modo, manifestó que tenemos «una crisis inmobiliaria que aún está sin resolver».

De hecho, Villalba cree hasta el año 2014 España no recuperará el nivel económico existente en 2008, una idea para la que se apoya en estudios y datos de diferentes instituciones financieras. Sin embargo, cree que el próximo año ya se verá «un ligero crecimiento».

Frente a la situación de España y de los demás países de la zona euro, que marchan «a una velocidad menor», el directivo destacó el trabajo de otros países, que son los que están haciendo posible el inicio de la salida de la crisis, como algunos de los llamados países emergentes, Estados Unidos y algunos países sudamericanos.

Estas reformas deben protagonizar la última de las seis fases en las que se divide la crisis, según el directivo. En la primera de ellas se decía que no había crisis, en la segunda se le llamó «ralentización», luego se achacó a la crisis internacional y más tarde se esperó a que las medidas tomadas hicieran efecto. Finalmente, «todas las alarmas de sostenibilidad saltaron», y la última fase, en la que nos encontramos, es la de las reformas.