La casualidad llevó a Federico Castellón, archivero de Dolores de San Juan, a la calle Cárcer el último día de junio. Eran las cuatro de la tarde y una cuba con escombros situada en la futura sede del Museo de la Música estaba a punto de arramblar con todo el almacén fotográfico de Cristóbal Velasco, conocido fotógrafo de la Málaga de los años 50 y 60, que tenía su estudio en la calle Calderería, frente a la plaza de Uncibay. Cristóbal Velasco fue además el autor de los tronos del Cristo de los Estudiantes y el de la Misericordia, así que en la cubeta también había tirados decenas de dibujos a plumilla con diseños religiosos y de Semana Santa.

«El camión estaba allí, y yo hice tres viajes cargando con todo lo que podía, el hombre de la obra no estaba de muy buen humor y pensaba irme tras la cuba, pero tenía las cajas en la puerta de la calle».

Al final, la falta de cooperación de este trabajador, recalcando que nada de eso «valía nada», motivó que la cuba marchara para el vertedero con un tesoro fotográfico y cofrade en su interior, sin dar oportunidad a recuperar nada más.

La buena noticia de este suceso «tan malagueño» es que Federico Castellón ha podido salvar once cajas con unos 5.000 sobres con negativos, algunos de ellos cristales emulsionados, además de numerosos dibujos a plumilla como el de la foto de la derecha. «Yo estoy seguro de que los del Museo de la Música no se han enterado de esto», destaca.

Lo que Federico ha podido examinar hasta la fecha (con la ayuda del escáner de la cofradía que ha devuelto las fotos «a la vista») es un verdadero hallazgo.

«Son unos retratos magníficos, estan todas las familias conocidas de Málaga», comenta este archivero, que también es maestro en el centro de adultos de Miraflores de los Ángeles.

Caffarena, Temboury, Estrada o Ruiz del Portal son algunos de los apellidos de las personas que encargaron fotografías hace medio siglo a este artista. También hay instantáneas de religiosas de la Presentación, de regatas en el Club Mediterráneo o las primeras fotos oficiales en el cargo, de 1958, del alcalde de Málaga Francisco García Grana.

«Además he encontrado fotos de familiares, como mi prima María Eulalia, sale ella en el año 51 en el colegio de las Teresianas», comenta sonriendo.

Cristóbal Velasco guardaba copia de todos los encargos, algunos de ellos reproducciones a su vez de fotos más antiguas, de ahí que también aparezcan instantáneas de heridos en la Guerra de África y otras más antiguas del Club Mediterráneo, posiblemente de los años 20.

El obispo Manuel González y Fernando Guerrero Strachan, en su papel de alcalde de Málaga (lo fue entre 1928 y 1930) aparecen en un acto multitudinario. Los sobres también informan de la manera de pago. «Como la fotografía era muy cara, muchos pagaban a plazos, de cinco en cinco pesetas», cuenta el archivero y profesor.

También hay decenas de fotografías encargadas por Ángeles Rubio Argüelles de muchos actores e instantáneas de muebles (Cristóbal Velasco ganó un premio nacional de diseño de muebles).

Algunos de los negativos ya descansan en sobres de algodón, sin esa goma que tanto termina por dañarles. El deseo de Federico Castellón es «disfrutar un poco» de este hallazgo, y a la larga «depositarlo en algún archivo de Málaga» para que pueda estar al alcance de todos y a salvo de las personas insensibles con el patrimonio.