Los colegios e institutos tendrán a partir del próximo curso plena autonomía para organizarse y adaptar sus horarios y su programa escolar a las necesidades de sus alumnos. El Consejo de Gobierno de la Junta aprobó ayer los reglamentos orgánicos de los centros (ROC), que sustituyen a la regulación vigente desde 1997 y que ya se había quedado obsoleta. El nuevo decreto persigue reducir las elevadas tasas de fracaso escolar que existen en Andalucía y viene a regular normas que ya se aplicaban en los colegios, pero que no contaban con respaldo legal, como la prohibición del uso de teléfono móviles o la indumentaria que tienen que llevar los alumnos al aula.

Del mismo modo, el ROC simplificará las tareas administrativas de los centros, reforzará el papel de los directores, aumentando sus atribuciones y, según se encargó de recalcar el consejero de Educación, Francisco Álvarez de la Chica, respaldará al profesorado en su labor docente. Del mismo modo, destacó que las nuevas normas han sido elaboradas tras un intenso proceso de diálogo con todos los sectores de la comunidad educativa.

Las nuevas atribuciones de los directores les permitirán, entre otras cosas, nombrar a todo el equipo directivo, gestionar las sustituciones por bajas (contratando ellos mismos a los profesores sustitutos, lo que agilizará estas coberturas), designar a los jefes de departamento en Secundaria y a los coordinadores de ciclo en Primaria, y también podrán sancionar a los profesores que no acudan a su puesto de trabajo sin ningún tipo de justificación.

Por su parte, el claustro de profesores, cuyas funciones también salen fortalecidas, decidirá sobre todos los aspectos educativos del centro, incluida la determinación de los órganos de coordinación docente y del horario de dedicación de sus responsables.

Cada colegio pondrá en marcha su propia organización atendiendo al perfil de sus alumnos. Para ello, tendrá en cuenta la evaluación de los resultados en cada centro. La nueva regulación también simplifica el funcionamiento de los colegios e institutos, que tendrán menos carga administrativa. De este modo, los planes de centro, que actualmente se elaboran con carácter anual, pasarán a ser plurianuales.

Los institutos de Secundaria tendrán también autonomía para determinar los órganos de coordinación docente, hasta ahora fijados por la Administración educativa. No obstante, para promover el trabajo en equipo y facilitar la adquisición de las competencias básicas por parte del alumnado, se crean tres grandes áreas dirigidas a favorecer la interconexión entre los distintos departamentos: lingüística, científica y artístico-cultural.

Principio de veracidad

En cuanto al respaldo a los profesionales, los reglamentos aprobados ayer son los primeros en el ámbito autonómico que incorporan la Carta de Derechos del Profesorado, que reconoce explícitamente la autoridad magistral y académica de los docentes y que, entre otros aspectos, incluye la presunción de veracidad ante la propia Administración educativa en caso de conflictos en el ejercicio de sus funciones.

Pero también se recogen los derechos y deberes del alumnado con especial hincapié en que tienen la obligación de ir a clase a estudiar y a aprender, respetando a sus profesores y compañeros. En la misma líneas, las normas de convivencia, reguladas en 2007, se amplían para introducir nuevos aspectos relacionados con el uso de teléfonos móviles en los centros, la difusión de imágenes a través de internet o el acoso escolar.

El ROC también refuerza el papel de las familias en la vida de los colegios e institutos. Para ello, creará la figura del delegado de padres en cada una de las aulas y la posibilidad de que las familias puedan suscribir un compromiso educativo.