Fue en la cálida noche del 15 de julio del año 2000. El concejal del Partido Popular José María Martín Carpena salía de casa en torno a las nueve de la noche para asistir a un pregón de la peña La Biznaga cuando fue acribillado a balazos delante de su mujer y su hija en el rellano de su casa, en Nueva Málaga.

Un individuo, a cara descubierta, disparó a bocajarro sobre el edil del PP y se dio a la fuga en dirección a un descampado próximo. Al parecer, uno de los disparos fue directamente a la nuca. En el lugar de los hechos fueron encontrados seis casquillos de bala que correspondían al calibre utilizado habitualmente por la banda terrorista ETA. El cuerpo quedó tendido en el suelo, ante la puerta del coche oficial que lo iba a llevar a pronunciar un pregón por las fiestas del Carmen. Su mujer y su hija, deshechas en llanto, arroparon al hombre, sin poder hacer nada por evitar su muerte. Un reguero de sangre se esparcía por la calzada ante la mirada atónita de los viandantes, que no creían lo que estaban viendo.

La escena no será olvidada nunca por familiares, compañeros, amigos, políticos, periodistas y los que por allí pasaban. Hoy, diez años después del asesinado del concejal, tendrán lugar una serie de actos en honor a su memoria. A las 17.30 horas se realizará en el Parque Cementerio de Málaga (Parcemasa) la ya habitual ofrenda floral por parte de familiares, amigos y compañeros de su partido, entre éstos, el presidente del PP-A, Javier Arenas. Posteriormente, a las 18.30 horas vecinos de Carretera de Cádiz protagonizarán también una ofrenda floral pero, en este caso, en el busto del edil ubicado en el parque Huelin.

Martín Carpena era concejal del Ayuntamiento de Málaga desde 1997 y era presidente de las juntas de distrito de Carretera de Cádiz y Puerto de la Torre. Hasta ese momento José María Martín Carpena era el octavo concejal del Partido Popular asesinado por ETA, desde que en 1995 acabara con la vida del presidente de ese partido en Guipúzcoa y edil del Ayuntamiento de San Sebastián, Gregorio Ordóñez.

El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, declaró ayer que recordar su muerte es «muy duro para su familia y para todos los que éramos y somos sus amigos». «Es siempre un recuerdo muy duro y de tristeza, en el que se reviven con más fuerza los momentos tan difíciles y tan especialmente dramáticos que vivimos aquella tarde-noche del 15 de julio de 2000», dijo.

Para De la Torre «hoy ETA está más debilitada que nunca, lo que es positivo». «Estamos en un Estado de Derecho y tenemos el consuelo de que los que mataron a Martín Carpena están en la cárcel y por muchos años», subrayó.

El coche oficial, un Peugeot 405, con matrícula de este año, tenía el cristal del conductor roto por los disparos. Aquella fatal noche sin motivo alguno el corazón de este campechano edil dejó de latir para siempre, pero no murió su recuerdo.