La empresa concesionaria de las obras del edificio cultural ubicado en la esquina de los muelles 1 y 2 del Puerto, Unión de Iniciativas Marina de la Farola, continuará con el proyecto, tras anunciar ayer el presidente de la Autoridad Portuaria, Enrique Linde, que retiraba la modificación del plan especial.

La decisión de no ejecutar ninguna de las modificaciones previstas y de volver al plan vigente, el de 2004, dibuja un panorama complicado para los promotores de las obras. El consejero delegado del consorcio de empresas, José Domínguez, afirmó ayer que con esta decisión «Málaga sale perdiendo», ya que el edificio cultural diseñado en el plan actual «tiene muchas debilidades para funcionar como centro cultural debido a sus dimensiones», por lo que difícilmente se podrán hacer eventos culturales. Frente a este equipamiento, el nuevo diseño propuesto ofrecía «un contenedor absolutamente flexible, que permitía cualquier tipo de evento cultural».

«El proyecto que vamos a hacer, por tanto, no es el mejor que podríamos hacer», manifestó Domínguez, quien incidió en que el objetivo del grupo «era hacer un gran proyecto que funcionara a largo plazo». «Sin embargo, dijo, vamos a tener que hacer uno que en medio va a tener una zona muerta, el centro cultural».

En cualquier caso, la sociedad promotora se reunirá hoy para determinar un pronunciamiento más concreto, aunque, como precisó y teniendo en cuenta la inversión de 20 millones de euros realizada ya, la decisión será «seguir adelante con el proyecto antiguo y que las obras se hagan cuanto antes».

«No tenemos muchas más opciones», reconoció Domínguez, que añadió que al final tendrán que hacer el proyecto que les han dejado y no el que les gustaría hacer.

El consejero delegado criticó, asimismo, que «se vuelva a atrás y que, por tanto, haya habido tanto tiempo perdido». Como subrayó, «si esto se hubiera dicho así hace tiempo y se hubiera cerrado, probablemente no hubiéramos dedicado tanto tiempo a las miles de reuniones mantenidas».

Reacción de Linde

Preguntado por el enfado de Linde, que se mostró ayer «indignado» ante la «absoluta falta de respeto y de lealtad institucional» del alcalde, Francisco de la Torre, y por su decisión final de no llevar a cabo ningún cambio, Domínguez consideró que «tiene parte de razón», ya que «se ha estado trabajando mucho tiempo para llegar a un acuerdo de todas las partes y la cuestión es que se había llegado a ese acuerdo».

Por su parte, el presidente de la Autoridad Portuaria aseguró que las obras no se pararán porque la concesionaria tiene que seguir con los trabajos. «La empresa no puede dejar de hacer las obras, tiene un compromiso actual y tiene invertidos 22 millones de euros», aseguró. Además, añadió que el abandono supondría que la compañía tendría que pagar una fianza, que se sitúa alrededor del seis por ciento de la inversión hecha.

La principal diferencia entre el plan especial de 2004 y las modificaciones propuestas ahora es la altura del equipamiento cultural previsto en la esquina entre los muelles 1 y 2, ya que superaba la cota del Paseo de la Farola.

El plan vigente establece la creación de un espacio cultural en la esquina con una huella de 4.000 metros cuadrados en planta y una edificabilidad máxima de 6.300 metros cuadrados, pero se trataría de un área «a nivel de muelle», muy lejos de los 13 metros que se elevaría el equipamiento cultural previsto en la modificación del plan especial del Puerto ya retirada desde ayer.