Una calle levantada. Alrededor de 20.00 personas afectadas. Aceras que son estrechas. Casi un año de obras e incertidumbre sobre lo que va a suceder después. Ésta es la realidad que presenta calle La Unión.

El martes 28 de abril del año pasado comenzaron exactamente las obras del metro en esta zona. Hay 20.000 personas afectadas. Se han escuchado quejas de los vecinos y de los comerciantes del barrio de Cruz de Humilladero por el ruido, por la suciedad o por la falta de clientes en los negocios.

Dentro de poco las obras de suburbano van a finalizar en la calle La Unión. En concreto, en septiembre de este año. Al menos en la superficie. Esto ha hecho que exista el conflicto habitual entre Ayuntamiento y Junta. En este caso por la reurbanización de la zona.

El Consistorio malagueño es partidario de que se enchanche el espacio peatonal y se mantengan dos carriles para la circulación. Es decir, su proyecto consiste, más o menos, en lo que propuso la Asociación de Vecinos La Cooperación que presentó sus sugerencias el día 23 de noviembre del año pasado. El proyecto de urbanización del Ayuntamiento además contempla la remodelación de calles colindantes a La Unión.

En conjunto, las actuaciones estaban valoradas en 4,4 millones de euros. La pretensión del Ayuntamiento era que el coste de esas obras las financiara al 100% la Conserjería de Obras Públicas que tan sólo estaba dispuesta a poner 500.00 euros.

El resultado final: el proyecto se presentó el día 16 de junio y tres días después se barajaba la posibilidad de acudir a los tribunales.

Antonio Vega, presidente de la Asociación de Vecinos La Cooperación, apunta a los conflictos entre Junta de Andalucía y Ayuntamiento como causa de la situación que viven los vecinos de la zona. Las obras finalizan en unos meses y no saben con claridad qué es lo va a suceder en septiembre.

« En Cruz de Humilladero llevan años y años sin hacer nada. No queremos enfrentamientos entre administraciones porque al final los afectados nosotros», afirma Antonio Vega.

Soledad es una vecina de calle La Unión desde hace casi treinta años. Ella cree que todo debería a estar como estaba antes. Con dos carriles y las mismas plazas de aparcamientos. «Dejar la calle como estaba es lo mejor. Yo ni soy partidaria del metro. Veo mejor invertir en carreteras porque Málaga es una ciudad pequeña», asegura.

Trabaja en una tienda de informática y se muestra escéptica cuando se le pregunta sobre las mejoras que pueden llegar cuando terminen las obras. «No creo que la zona vaya a mejorar cuando terminen las obras. No van a existir más zonas verdes, por ejemplo», comenta Soledad.

Lo que queda claro es que los vecinos de la calle La Unión son víctimas de las disputas entre administraciones. Ellos tienen más información sobre ésto que sobre la reurbanización. Una paradoja.