Málaga cuenta con dos juzgados de lo Mercantil. Si otras jurisdicciones están colapsadas, los jueces, secretarios y funcionarios que forman parte de ésta se encuentran al borde del suicidio, como insinuó irónicamente uno de los magistrados en un reciente auto. Para echarles una mano, el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) aprobó la creación de un juzgado bis que tenía el objetivo de descargar de trabajo al 1, pero éste, que funciona desde el pasado 11 de julio, ha nacido sin personal propio.

La solución ha sido, una vez más, ponerle un parche. El número 1, uno de los órganos más saturados de España que ha visto cómo su personal se marcha a otros destinos más tranquilos de forma habitual, cuenta con ocho funcionarios, un secretario y un juez. El bis sólo tiene por ahora un magistrado y un secretario. De los ocho empleados, tres trabajarán en el nuevo juzgado y, por otro lado, funcionarios del número 1 y 2 harán horas extra por la tarde en el bis 1 (todavía no se ha decidido cómo se hará este plan de refuerzo). «Se viste un santo para desvestir a otro», ironizan fuentes judiciales.

Sin embargo, fuentes de toda solvencia explicaron que estas medidas «son insuficientes». «Las horas extra alivian mucho, pero hubiera sido mucho más eficaz nombrar a cuatro funcionarios titulares. No se puede abrir un juzgado sin dotarlo de personal propio», señalan.

Oficiosamente, la Junta le dice a quien quiera escuchar que no puede nombrar funcionarios nuevos porque el presupuesto no le llega. «Esos funcionarios podrán sacar asuntos por la tarde, pero, por ejemplo, les es imposible atender al público a esas horas», indican las mismas fuentes. «El 11 de enero llegaron el juez y el secretario de refuerzo. Después, el CGPJ dio un paso más y creó un bis, pero nadie atendió a la dotación de personal», explican.

El problema es de raíz, porque la situación ya era «caótica» antes de la apertura del nuevo juzgado bis, que acaba de nacer sin personal. Una somera mirada a los datos dibuja la complicada realidad de estos juzgados. El consejo establece como cifra asumible por juez y año 20 procesos concursales. Pues bien, en el 1 han entrado entre enero y julio 80 concursos, mientras que al 2 han llegado 79 (42 son por ahora solicitudes preconcursales). El pasado ejercicio, el 1 tramitó 135 concursos, frente a los 105 del 2.

La lentitud al resolver estos procesos puede ser letal para la empresa que lo solicita, ya que si se tarda tiempo en alcanzar una solución los acreedores y los empleados cobrarán más tarde. En el juzgado número 1 se tramitan asuntos tan complejos como el de Aifos que, de por sí, requeriría un órgano a su servicio.

«Antes hablábamos de colapso. Ahora estamos más allá del colapso. La situación es insostenible y se tramitan asuntos de gran importancia», subrayan las mismas fuentes.

Otro dato: cuando termine este año, los dos juzgados de Málaga habrán asumido, según las estadísticas del consejo, un 412% más del trabajo que les correspondería, eso quiere decir que, por ejemplo, el juzgado número 1 habrá registrado en 2010 los mismos asuntos que trece órganos similares.

La situación de Málaga es desesperada, comparada con la de otras provincias: si los dos juzgados habrán asumido un 412% más de los asuntos aconsejados, el de Cádiz registrará un 49% más; en Valencia, el guarismo se sitúa en el 123%, frente al 131% de Barcelona o el 90,7% de Bilbao. Sólo Sevilla, con un 315% de crecimiento, le hace sombra a Málaga.