La Ley andaluza del Agua, aprobada hoy por el pleno del Parlamento andaluz, incluye una figura de protección para los cauces o tramos de cauces fluviales con valor ecológico cultural o paisajístico", que podría desarrollarse de forma piloto en la cuenca del río Guadiaro.

Así lo ha explicado hoy a Efe el diputado de Medio Ambiente de la Diputación de Málaga, Miguel Esteban, departamento que junto a la consultora ambiental Mediodes ha elaborado un estudio técnico para facilitar la inclusión de esta figura de protección en la ley.

Este trabajo va encaminado a que se "deje de considerar los ríos como meros canales de conducción y de someterlos a agresiones por contaminación, ocupación del dominio público hidráulico u obras duras".

Martín ha advertido de que la incorporación de esta figura sólo será efectiva si se desarrolla una reserva específica de reservas fluviales.

Además del río Guadiaro, pueden ser susceptibles de protección mediante esta figura tramos de los ríos Grande (Málaga), Guadalete (Cádiz), Rambla (Almería), Viar y Arroyo del Montero (Sevilla), Chanza, Tinto y algunos afluentes de éste (Huelva) y Despeñaperros (Jaén), entre otros.

En la propuesta de protección se destaca la degradación que están sufriendo los ríos en las últimas décadas debido a la contaminación industrial, urbana y agrícola, así como la demanda de agua para agricultura y abastecimiento urbano, a la que en Andalucía se ha sumado la urbanización de terrenos y extensión de los cultivos hasta el mismo borde de los ríos.

Como consecuencia de ello, se producen inundaciones, la contaminación de acuíferos y la pérdida de biodiversidad, lo que supone graves costes ambientales y económicos para las administraciones.

Pese a la dificultad para recuperar la identidad cultural y el buen estado de muchos de los ríos andaluces, aún quedan tramos fluviales en los que es posible conservar los valores ambientales, paisajísticos, económicos, sociales y culturales, mantienen los impulsores de esta figura de protección.