¿Se imagina pasear por calle Larios y ver sus edificios distorsionados? ¿O fijar la vista en la Catedral y que una mancha negra cubra parte del monumento? Es lo que le pasa a cerca de 18.000 malagueños que padecen Degeneración Macular Asociada a la Edad (DMAE), una enfermedad que afecta a la retina y que pueden sufrir hasta 36.000 personas en la provincia si se incluye a los que la padecen sin saberlo.

Se trata de una enfermedad degenerativa que afecta a la mácula, la parte central de la retina, y que comienza con alteraciones en la percepción de las líneas horizontales y verticales y termina en la ceguera de la parte central de la retina, que es el estado terminal.

Otros síntomas son la disminución de la agudeza visual, la alteración de la visión del color o el aumento de la sensibilidad a los destellos.

Desde ayer y hasta el 9 de septiembre cualquier persona puede hacerse una idea de lo que es mirar padeciendo esta enfermedad. Una exposición muestra a través de treinta fotografías los monumentos más emblemáticos del país vistos desde unos ojos con degeneración macular.

La exposición Una mirada a la esperanza, instalada en la Diputación Provincial, es el resultado de un concurso nacional para el que unos 500 fotógrafos se han puesto en el lugar de los pacientes y han plasmado en imágenes los síntomas más representativos de esta enfermedad.

«Se trata de que el malagueño pase por aquí para que compruebe cómo ve una persona que padece DMAE los edificios más emblemáticos de la ciudad», aseguró ayer durante la presentación el doctor Ildefonso Fernández-Baca, jefe del Servicio de Oftalmología del Hospital Universitario Carlos Haya.

La muestra es la tercera fase de una campaña informativa sobre la degeneración macular que se inició el año pasado y que está promovida por la Confederación Española de Organizaciones de Mayores (Ceoma), la Sociedad Española de Retina y Vítreo y la Unión Democrática de Pensionistas y Jubilados de España (Udp).

Detección precoz

La degeneración macular puede ser menos dañina si se detecta a tiempo. Según el doctor Fernández-Baca, en la actualidad hay tratamientos adecuados para que «si se diagnostica precozmente, haya armas para pararla», algo que no ocurría hace pocos años.

Por todo esto, el oftalmólogo insistió en que es muy importante que se conozca a tiempo la enfermedad. «Cuando una persona empiece a ver la nube, en cuanto note los síntomas, debe acudir a su médico para que le haga las pruebas necesarias», dijo.

Estos síntomas suelen aparecer a partir de los 50 años, aunque la gravedad es directamente proporcional a la edad del paciente y cuanto mayor es la persona, más posibilidad hay de padecerla y peor responde a los tratamientos.

En Andalucía se producen unos 6.500 nuevos diagnósticos de degeneración macular al año, una cifra que en Málaga está en torno a los 1.000.

En cuanto a las personas que la padecen, en España son unas 600.000 y en Andalucía 100.000, unas cifras que hay que multiplicar por tres si se incluyen los que la tienen y no lo saben.