Cocina andaluza, de diseño, internacional... La Malagueta se caracteriza por su amplia oferta de restauración, donde se puede encontrar la más variada gastronomía. Además, es en este barrio malagueño donde se ubica Café de París, el único restaurante de la capital que posee una estrella Michelín.

Mantener este estatus y atraer a nuevos clientes es el objetivo de un grupo de propietarios hosteleros que estudian el impulso de diferentes iniciativas para hacer de La Malagueta, y en concreto del entorno de la Avenida Cánovas del Castillo, un referente gastronómico y hostelero. Un proyecto que ha partido de Rafael Conde, de la marisquería Sal Gorda, al que se han unido la marisquerías Los Delfines y Mediterráneo, las cafeterías Aqua Mar y Matices, y restaurantes como La Dehesa Extremeña, Café de París, la Gastroteca, Valentín V, Pizzería Trastévere, o el pub Málaga 6, entre otros.

«A principios de los 80, la única zona de Málaga con nivel hostelero era ésta. Había tablaos, pubs, cafeterías, restaurantes, etc. Queremos que la zona vuelva a resurgir ya que ofrecemos un servicio más familiar y menos impersonal que en otras partes de la ciudad», señala Concha Mena, de La Dehesa Extremeña.

Así, estos establecimientos pretenden ser partícipes de la infinidad de eventos que a lo largo del año se llevan a cabo en la ciudad, ya que según indican poseen la suficiente experiencia e infraestructura para ofrecer su colaboración en los mismos. Así, entre sus propuestas se encuentra la organización a finales de septiembre de un festival de la gastronomía «para dar a conocer nuestra oferta, que es muy variada y muy abundante».

Del mismo modo, y según indican, si se tiene en cuenta la cantidad y variedad de establecimientos que existen en el barrio, no sería difícil ni costoso hacer coincidir los distintos eventos con festivales de gastronomía en la zona. Entre las ideas que se barajan se encuentran la organización de catas de vinos y otros productos gastronómicos; la elaboración de nuevos menús que cada establecimento confeccionará según su especialidad con un compromiso de calidad y a un precio especial; o la creación de diversos concursos de cocina: de dieta mediterránea, marisqueros, de frituras malagueñas, de cortadores de jamón, etc., acompañados de clases magistrales de cocineros españoles, de la mano de los jóvenes cocineros malagueños y las escuelas de hostelería.

Junto a estas iniciativas se encuentra la idea de obsequiar a visitantes, clientes y turistas con una copa y una tapa de bienvenida en cada uno de los establecimientos.

El uso del Paseo Marítimo Ciudad de Melilla para la instalación de puestos ambulantes es otra de las propuestas que se barajan, haciendo mucho más atractiva la zona. «Tenemos que vivir de cara al mar y a los paseantes les gusta tener algo que hacer y mirar para que el paseo resulte más agradable», apunta Concha Mena.

«No vamos a permitir que se hunda La Malagueta. Y para ello estamos reclamando más limpieza, seguridad e infraestructuras, así como la posibilidad de que nuestros clientes puedan disfrutar de dos horas de aparcamiento gratuito en el parking Cervantes. Contamos con el apoyo de la asociación de vecinos del barrio y vamos a estar peleando para que el entorno de Cánovas del Castillo sea mucho más atractivo para los clientes y visitantes», afirma Concha Mena