Dos emblemas de Málaga, una pareja milenaria e histórica, un dúo que fue una férrea defensa en tiempos pasados. Ahora son vestigios del pasado que dominan la ciudad desde las alturas, incluso se avista el otro lado del Estrecho. Son restos musulmanes con armonía y la robustez propia de obras militares.

Hablamos de la Alcazaba y del Castillo de Gibralfaro. La primera está en pie desde hace más de mil años. En concreto la fortaleza data del siglo VIII. Allí en la Alcazaba celebraron la primera misa los cristianos tras la toma de Málaga.

El Castillo de Gibralfaro se ubica sobre un emplazamiento fenicio. El nombre le viene de la palabra semita Guebel y de la griega Phams, es decir Monte del Faro, debido a la existencia de un faro en la cumbre del cerro

Cientos de personas pasan al año por estas fortalezas, unidas por la famosa Coracha, el pasillo amurallado que comunica a ambas, facilitando la defensa.

¿Y por qué viene todo esta explicación de estos dos monumentos? Porque ayer Izquierda Unida (IU) dio un paso más en su propia defensa de la Alcazaba y de Gibralfaro. Su plan consiste en conseguir que sean conjunto cultural.

Se trata de otorgar a las edificaciones históricas una calificación jurídica que permitiría obtener mayores inversiones para su mejora. El edil de IU, Pedro Moreno Brenes, considera esencial conseguirlo. «Que se declare conjunto cultural no quiere decir que se pierda la propiedad municipal», comenta Moreno Brenes. Con esto intenta dar una explicación a la respuesta negativa que dio el equipo de gobierno municipal a su propuesta.

«Esta medida posibilita que se pueda recuperar la coracha terrestres que permitiría al público la comunicación directa entre la Alcazaba y el Castillo de Gibralfaro», asegura Moreno Brenes.

La propuesta de IU ha recibido el apoyo de la Junta de Facultad de Filosofía y Letras aunque también con el de otros colectivos como la asociación cultural Zegrí y el respaldo de profesores universitarios como Manuel Acién. En el Consistorio también ha recibido el apoyo del grupo socialista.

Pedro Moreno Brenes critica que la gestión de los monumentos dependa ahora mismo del área de Cultura que está otorgando pocos fondos para la rehabilitación y el mantenimiento. Sobre ese tema Moreno Brenes también asegura que en estos monumentos existen grietas y humedades que su partido denunció con anterioridad.

La declaración como conjunto cultural para la Alcazaba y Gibralfaro permitiría tener un órgano propio de gestión como en la Alhambra y mejorar la conservación de ambos monumentos.

El presidente de la asociación cultural Zegrí, Salvador Jiménez, indicó con anterioridad a este periódico que se trata de la solución «más viable» para conservar mejor unos monumentos «muy necesitados de inversiones» y puso el ejemplo de la Torre del Homenaje, «en estado de ruina».