El Ayuntamiento de Málaga prosigue con su intención de peatonalizar el centro de la ciudad, ahora con la Plaza de la Merced. Esta mañana, el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, acompañado de los concejales de Urbanismo y del distrito Centro, Manuel Díaz y Diego Maldonado, han presentado el proyecto de rehabilitación de la céntrica Plaza de la Merced de la capital malagueña.

Infografía:Así será la nueva Plaza de la MercedAsí será la nueva Plaza de la Merced

Este emblemático lugar destaca en el entorno urbano por su importancia como lugar recreativo, urbanístico y arquitectónico. De ahí la relevancia de esta remodelación que continúa el proceso iniciado hace más de 15 años para dotar al Centro Histórico de la Ciudad de un espacio cultural abierto para uso y disfrute de los vecinos.

Con este proyecto el plan de peatonalización del centro histórico iniciado con Larios y La Constitución da un nuevo salto de calidad en consonancia con una de las líneas maestras del Plan Estratégico para la ciudad de Málaga.

Insertada entre la Alcazaba y las calles Álamos, Granada y Victoria su emplazamiento la convierte en lugar de encuentro indispensable para el convivir ciudadano. El Ayuntamiento de Málaga con esta propuesta rehabilita un ámbito concreto de 12.400 metros cuadrados, con una inversión que asciende a los 4.846.259,18 euros y un plazo de ejecución de seis meses.

La nueva plaza mayor de Málaga recupera su espíritu decimonónico, gana espacio para el uso de los ciudadanos con más espacio libre de tráfico rodado, más árboles y bancos para disfrutar de un entorno pensado como lugar de encuentro de vecinos y visitantes.

La historia de la Plaza de la Merced siempre ha estado ligada a la actividad comercial, iniciada en época romana. Los Reyes Católicos comenzaron a dar forma a este enclave extramuros en lo que entonces se conocía como el Arrabal. En 1507 se llevó a cabo la construcción del convento de la Merced, del que tomaría su nombre, más tarde se cerró la plaza con la construcción del convento de Paz.

A comienzos del siglo XVIII en el centro de ésta se instaló un pequeño estanque y se la rodeó de dos hileras de árboles. Hacía 1856 es cuando adquiere su actual aspecto con la construcción del obelisco central en honor al general Torrijos. A finales del siglo XIX se construyeron las llamadas Casas de Campos, en una de las cuales nació Pablo Ruiz Picasso.

Proyecto participativo

Desde que se gestó la idea de rehabilitar la Plaza de la Merced, se ha mantenido una estrecha comunicación con los vecinos y comerciantes interesados en esta actuación, a través de los órganos de participación ciudadana. Así, de las propuestas que se han elaborado se ha informado detalladamente en varias reuniones mantenidas con vecinos y comerciantes, atendiéndose las sugerencias planteadas, consiguiendo con ésta actuación un proyecto participativo.

También se ha llevado a cabo una estrecha colaboración a nivel interno, con la participación de la Junta Municipal de Distrito y las áreas directamente responsables de los distintos ámbitos vinculados.

Recuperar el espacio para uso ciudadano

En clara armonía con esta configuración como espacio social y cultural, la propuesta de rehabilitación de la Plaza pasa inexcusablemente por el conocimiento de su proceso de formación. Por ello, tiene como eje central la recuperación para uso ciudadano con una continuidad que se proyecta desde las Casas de Campos y la fachada de los antiguos cines Astoria y Victoria, donde se proyecta un gran equipamiento cultural.

Concretamente, la estrategia del proyecto se asienta en un objetivo claramente definible que comprende la recuperación de la calidad ambiental y la puesta en valor de la Plaza de la Merced, para así transformarla en una plaza con mayores oportunidades de relación e intercambio social.

De este modo, el espacio cultural nace en la calle, siendo por tanto una premisa la recuperación de este espacio como lugar de relación de la ciudad, acotando el flujo del tráfico al cordón suroeste, de forma que se recupere uno de los elementos más importantes que definían el urbanismo desde la ciudad romana, el Forum, lugar de encuentro y relación.

Con ese objetivo general como punto de partida, los criterios del proyecto de remodelación de la Plaza de la Merced giran en torno al enraizamiento en la historia, la contribución a la valoración del entorno monumental y la recuperación de espacio ciudadano.

En definitiva, se trata de rehabilitar la plaza romántica del S XIX en perfecta sintonía con los nuevos elementos propuestos, donde el nuevo espacio abraza al histórico con un mestizaje de tiempo.

Renovación en consonancia con el entorno

La plaza de la Merced se convierte en el epicentro cultural y social generando un campo de acción creciente debido a la escala de la misma. Actúa tanto de foco generador como de carta de presentación del Centro a través del túnel de la Alcazaba, así como la continuación de calle Granada y Alcazabilla, siendo un referente indiscutible dentro de la ciudad. Es por ello que ha primado el uso de materiales ya existentes en el Centro Histórico, como es el caso del mármol ámbar flameado y el adoquín de basalto, que con distintos formatos, recogen la continuidad desde Alcazabilla hasta el Parque. Se mantiene su estructura original respetando las clásicas alineaciones de árboles, típicas del siglo XIX con un marcado perfil romántico, potenciando así las formas y el diseño propio de la época.

La propuesta recoge las reminiscencias existentes, una rehabilitación urbana donde elementos históricos permanecen en simbiosis con el nuevo espacio. El monumento a Torrijos, la franja arbórea al pie del cine Astoria, así como los bancos ornamentales que cerraban la plaza se recuperan en gran medida, combinando la composición monumental y la ciudadana, que como dos tejidos van tapizando este lugar de relación.

Se propone la fluidez peatonal y la continuidad arquitectónica cosidos mediante un zócalo verde con una trama de naranjos, generando lugares de sombra, de descanso en el recorrido. Esta retícula vegetal muestra la verdadera escala de la plaza, apoyándose en los límites que la conforman, ofreciendo al ciudadano lugares de estancia mediante bancos de piedra, así como recorridos que por la noche se iluminan de forma indirecta que matizan los distintos ámbitos.

Distintos ámbitos de la nueva plaza

En este sentido, en el proyecto se pueden diferenciar varios ámbitos con configuraciones y funciones específicas articulados entre el recinto central de la plaza propiamente dicho; la zona norte y este; y, por último, la zona sur y oeste. Afín con los objetivos de la actuación, al finalizar las obras, la nueva ordenación dará lugar al aumento en 3.140 metros cuadrados, un 50% de los espacios peatonales existentes.

El recinto central, con 4.070 metros cuadrados, se mantiene como espacio dominado por el arbolado, propicio a la estancia y a la contemplación del entorno, creando una superficie con tratamiento uniforme de losas de piedra caliza de amplias dimensiones y despieces regulares, sin elementos sobresalientes ni ornamentaciones que obstaculizan visuales y perspectivas que restan protagonismo a los valores arquitectónicos.

Frente al planteamiento de sustituir la arboleda existente por árboles de hoja caduca, se apuesta por mantener los existentes que están en buen estado sustituyendo aquellos torcidos secos por nuevas especies. Las plantaciones existentes – Jacarandas- tienen ya edad y envergadura para cualificar este espacio y contribuir a acentuar su carácter público, favoreciendo la permanencia de personas en ellas. Respecto a la arboleda de la plaza, se plantarán 28 naranjos de la especie Citrus aurantium, 25 Jacaranda mimosaefolia de sustitución (la plaza quedará con 46 jacarandas) y 4 Magnolia grandiflora.

En cuanto a la zona norte y este, se pretende cualificar estos espacios con preeminencia de lenguaje urbanístico contemporáneo en simbiosis con el del espacio central, una rehabilitación urbana que recoge elementos históricos con el nuevo espacio. La zona este se plantea como lugar vinculado a la nueva creación arquitectónica de carácter cultural prevista en la ubicación de los antiguos cines Victoria y Astoria, dando respuesta a las necesidades funcionales y formales que plantee, y que no solo sea expresión del momento sino de la cultura de vanguardia.

En la zona norte se prevé la ampliación del espacio peatonal que se extiende hasta la plaza decimonónica, fundiéndose en ella y dotando a las Casas de Campo de una alfombra acorde a su escala y calidad arquitectónica. Se delimitan zonas de sombra en el recorrido, que invitan al viandante a descansar, constituyendo elementos cualificadores del espacio urbano por dotar al mismo de mayores oportunidades de relación e intercambio social.

Respecto a la zona sur y oeste de la plaza, constituyen los lugares de paso que canalizan flujos de salida del centro histórico en sentido oeste y hacia el norte. En atención al número de vehículos que van a circular, predominante de tráfico de paso, se ha decidido que el tratamiento más acorde, es el de calle convencional segregada con calzada y acera. De esta forma la sección se distribuye en acera, línea de aparcamiento de taxi, dos carriles de tres metros de anchura cada uno, carril bici segregado de la calzada y zona peatonal.

En la oeste, con tráfico moderado en número y velocidad, se estaría en una calle de coexistencia, sin diferenciación de niveles entre bandas peatonales laterales y banda central de circulación, delimitada con una alineación de naranjos. En esta calle no se dispone reserva de espacio para estacionamiento de vehículos y los conductores deben conceder prioridad a los peatones.

Para el paso vehículos se selecciona un pavimento que resiste bien el tránsito, las maniobras de parada, arranque y giros. El adoquín basáltico se amolda bien a estos menesteres con diferentes colocaciones pensadas para cada uso viario, con una superficie total de 3.755 metros cuadrados.

Más árboles, iluminación decorativa y placas evocadoras de la memoria

Cabe destacar que se potencia el arbolado; actualmente existe una doble alineación de Jacarandas mimosaefolias que enmarca la cuadrícula de la plaza, en la zona norte y oeste se crean paralelamente alineaciones y agrupaciones solapadas de árboles, del género Citrus auriantum y por último, en la zona sur junto a la fachada del antiguo cine Astoria se creará una alineación de 4 Magnolias grandifloras, cuya estructura vegetal aportará calidad ambiental a la salida de la calle Granada.

La iluminación también cobra protagonismo en este entorno. Se resuelve la estéril contraposición entre farolas históricas y elementos contemporáneos, utilizando inteligentemente ambas posibilidades. En la solución elegida tiene cabida la incorporación de farolas tradicionales en el centro con diseños actuales y funcionales de iluminación en el entorno, por la diferenciación histórica de los espacios. Se distinguen dos tipos de iluminaciones: la funcional y ambiental; y la iluminación decorativa con la que, por ejemplo, bajo cada uno de los árboles de la plaza se instala un proyector, el obelisco de la plaza de la Merced se ilumina con ocho proyectores, y además en la parte inferior de los bancos se instalarán microleds de alta eficiencia.

En cuanto a mobiliario urbano, más concretamente, se instalarán 22 papeleras de acero corten; 30 bancos de piedra; un quiosco de estructura metálica de fachada de aluminio anodinado. También se contempla la rehabilitación de elementos decorativos de la plaza como pilastras, leoncillos, ánfora, etc. Por último, se propone la ubicación de placas evocadoras de la memoria, a modo de estelas que se inscriben en el solado del tapiz central y emergen de él una serie de placas de bronce que citen a vecinos tan ilustres como la plaza.

El Presupuesto Total de las Obras asciende a 4.846.259, 18 euros. El Plazo de ejecución es de 6 meses.